Llegó a Londres por amor hace 5 años. Juan Pablo García, de 35 años, cambió Valladolid por la capital británica donde actualmente reside con su pareja y ejerce como Entrenador Personal (en inglés conocido como personal trainer) en Dolphin Fitness Club, un gimnasio privado en la zona de Pimlico.
Sus primeros trabajos en Londres fueron de Dj en dos discotecas españolas hasta que tras un curso de socorrista y la convalidación de sus estudios de Educación Física en el país, empezó en el mundo del entrenamiento personal. Dedicado al atletismo profesional desde niño y siempre relacionado con el mundo del deporte, Juan se abrió paso en un prestigioso gimnasio de Londres.
¿En qué consiste el trabajo del personal trainer?
Un entrenador de one to one. Una persona que se encarga del entrenamiento, planificación y mejora de la capacidad física de las personas que contratan sus servicios. La gente quiere a alguien que esté con ellos todo el tiempo que dura el entrenamiento, alguien que les empuje, que les motive, que haga que esas personas logren llegar a un nivel que realmente no tendrían cuando ellos entrenan por su cuenta, y por supuesto alcanzar aquellos objetivos que los clientes quieren conseguir.
¿Cuál es el perfil de tus clientes?
Tengo clientes de todas las edades y con diferentes necesidades. Entreno a gente que quiere correr mejor, estar en forma, mantener su peso o incluso ganar músculo. Lo que suele predominar es el tipo de gente que quiere estar delgada y con la musculatura definida o lean muscle. Es lo que se lleva ahora. En estos momentos soy el entrenador de un hombre de 96 años, al que le ayudo a mantenerse ágil para que pueda valerse por sí mismo.
¿Qué diferencias encuentras entre España e Inglaterra en cuanto al mundo del deporte?
La cultura del deporte es totalmente diferente. Aquí están más mentalizados. Cuando trabajaba en España el gimnasio me pagaba un sueldo al mes por las horas que pasaba en el gimnasio e incluso el cliente que quería podía tener un entrenamiento personalizado gratis. Aquí en Londres me pagan por ese mismo trabajo, por entrenar con la persona que lo requiera. Aquí siento mi trabajo más valorado. También me llamó la atención cuando llegué a la ciudad que la gente aquí hace ejercicio por placer, cosa que en España no es tan común.
¿Se podría decir que la profesión de personal trainer es una profesión de hombres?
En realidad no. Hay muchas mujeres que se dedican al entrenamiento personal. Quizá haya más hombres que se dedican a ello ya que se relaciona más con el objetivo de querer estar musculado. Tengo compañeras que se dedican a ello y lo hacen muy bien. Es curioso pero sucede que las mujeres que solicitan un personal trainer quieren que sean de su mismo sexo, mientras que a los hombres les da un poco igual. Las mujeres son más propensas a contratar personal trainers que los hombres.
¿Cómo surgió la figura de los entrenadores personales?
En Londres es una figura implantada desde hace muchos años, se introdujo desde EEUU. Nació en la esfera de la fama donde cantantes, músicos o deportistas hacían uso de entrenadores personales. Sobre todo aquellos actores que tienen que ganar peso y perderlo en un corto plazo de tiempo para alguna película.
¿Has entrenado a algún famoso?
En España hice mis primeros pinitos entrenando a un árbitro de primera división. He dado clases a Elle Macpherson y Heidi Range (cantante de Sugarbabes) ya que además de ser entrenador imparto clases como Spinning o Core Strengh. Y alguna sesión que otra de entrenamiento con socios del gimnasio como el actor Tom Hiddleston (Thor, War Horse) o presentadores de la BBC o ITV.
Hablemos de la vigorexia. ¿Sientes la presencia de esta enfermedad en Londres?
Siempre hay gente que quiere estar musculada y que se obsesiona con el deporte. Nosotros tuvimos un caso de una chica anoréxica que se pasaba siete horas diarias en el gimnasio. Tuvimos que prohibirle la entrada y aconsejarle que si quería entrenar que hiciera otro tipo de rutina deportiva. Era una estudiante que tenía problemas en casa, que sufría anorexia y en los periodos de descanso de sus estudios intentaba refugiarse en el deporte.
¿La mejor manera para estar en forma?
Creo que la mejor manera es estar activo y hacer ejercicio de cualquier tipo, de cinco a seis veces por semana, además de una buena alimentación. Consiste en que si no vas todos los días al gimnasio, no estés todo el día sentado en el sofá, que intentes andar hasta la parada del autobús, subas escaleras en vez de coger el ascensor… todo eso con una buena alimentación, te hará sentirte más en forma y mejor.