Imagen de archivo de Dominique Strauss-Kahn.La francesa Cristina Lagarde se presenta como favorita mientras que los países emergentes se quejan del centralismo europeo
Dominique Strauss-Kahn, el que hasta hace unos días había sido el Director Gerente del FMI, ha sido detenido y acusado de un presunto delito de violación. El pasado 16 de Mayo, el ex director del FMI, fue arrestado por la policía neoyorquina justo antes de tomar un avión con destino a Europa. Los cargos que se le imputan incluyen «acto sexual criminal, detención ilegal e intento de violación», según fuentes policiales. Acorde con la información publicada en el New York Times, el economista francés habría, supuestamente, agredido sexualmente a una de las camareras del hotel Sofitel de Manhattan. El político francés se expone a una condena de 74 años de cárcel si es declarado culpable de los siete cargos de los que se le acusa.
¿Cómo afectará la detención de Strauss al futuro y presente del Fondo Monetario Internacional? Sin duda, se trata de una noticia que ha impactado a la institución desde múltiples ángulos. En primer lugar, como viene siendo habitual, el termómetro económico constituido por los mercados de valores, se ha visto envuelto en una tendencia de compra a la baja. Es decir, el precio de las acciones ha caído y se han provocado movimientos negativos en las principales bolsas de valores europeas. Strauss-Kahn está considerado una figura clave en la reestructuración monetaria europea así como el arquitecto de los rescates económicos de Grecia, Irlanda y Portugal. Tras la detención del ex director del FMI, los analistas afirman que la ausencia de Strauss-Kahn aumentará los temores de la capacidad del FMI a largo plazo para ayudar a Europa y que esto, irremediablemente, llevará a la caída de los índices bursátiles europeos.
Europa frente al resto
Por otro lado, como era de esperar, Strauss-Kahn ha renunciado al puesto que ocupaba hasta hace pocos días. Esto ha dado lugar a un nuevo, intenso y crucial debate sobre quién debería ser el sucesor del economista francés al mando del FMI. El hecho de que Strauss-Kahn sea europeo ha abierto la puerta a la discusión, ya que la mayoría de los 187 integrantes de esta institución no proceden del viejo continente. Gracias a un pacto con EEUU, Europa ha ocupado siempre la jefatura del FMI desde su creación. Sin embargo, ha llovido mucho desde la fundación de esta organización en los años 40 y la situación neoeconómica mundial ha mutado de forma radical. La economía se ha globalizado y nuevos países se hayan inmersos en la carrera por el desarrollo y la industrialización. Las potencias emergentes como Brasil o India no se sienten identificados por los líderes europeos y exigen un cambio en el predominio europeísta del FMI. Los de los países emergentes desean encabezar el FMI, entre otras razones, porque muchos de ellos consideran que el organismo ha mostrado mayor generosidad dando créditos a países de Europa, tales como Grecia o Irlanda en lugar de a los países emergentes o en desarrollo.
The Wall Street Journal abrió la posibilidad de que un par de mexicanos puedan ocupar el cargo de Director Gerente del FMI. Por un lado, se encuentra Agustín Carstens, banquero central mexicano y exsubdirector gerente del FMI, que se posiciona entre los favoritos dentro de los candidatos de países no europeos que optan por la presidencia del FMI. También se habla de Ernesto Zedillo, catedrático de la Universidad de Yale y expresidente de México.
Sin embargo, en Europa, las voces políticas demandan un continuismo en el origen del próximo jefe de la institución. El argumento se repite constantemente y, en palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, es el siguiente: «debido a que actualmente el gran problema financiero mundial es la crisis del euro, el próximo director gerente de FMI debería seguir siendo europeo». El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también ha respaldado la candidatura europea. «Yo creo que debería ser europeo», afirmó en una entrevista en la Cadena Ser.
De entre todos los candidatos, Christine Lagarde, la actual ministra de Economía del gobierno de Sarkozy, encabeza la lista de favoritos y ya ha confirmado oficialmente su candidatura para suceder a Dominique Strauss-Kahn al frente del FMI. Lagarde cuenta con el apoyo de las tres grandes economías de la Unión Europea: Francia, Reino Unido y Alemania. Además, según anunció el portavoz del Gobierno francés, François Baroin, parece que también China se ha posicionado a favor de la candidatura de la francesa.
El Financial Times, sin embargo, no lo tiene tan claro y, respecto a la sucesión, admite que debería realizarse por «criterios de merito y no de procedencia». Los líderes, afirma el rotativo, deben seleccionarse por principios de «imparcialidad, transparencia y mérito». Mientras que llega el nuevo director, el estadounidense, John Lipsky, número dos del FMI, asume el interinato de la institución. «El objetivo es que haya un dirigente eficaz», explicó Lipsky negándose a especificar cuánto tiempo les llevaría la elección.
A nivel personal Strauss ha perdido muchísimo. Hasta el momento era considerado uno de los políticos de mayor peso en el panorama francés. Su candidatura como opositor de Sarkozy en las próximas elecciones francesas se ha esfumado. El Fondo Monetario Internacional va a necesitar un tiempo para recuperarse de la dimisión de Strauss-Kahn. El galo, considerado uno de los directores más eficaces y flexibles que el FMI ha tenido, se ha visto envuelto en esta oscura trama de violencia sexual que, de confirmarse, podría dañar para siempre la credibilidad de la institución a la que representaba.