Según la Oficina Nacional de Estadística (ONS, por sus siglas en inglés), la economía británica registró una subida del 0,1% en el mes de noviembre. Este crecimiento se consiguió gracias al sector servicios, que siguió creciendo a pesar de la subida del coste de vida. Según han dicho los expertos, este aumento se vio favorecido por el sector tecnológico y la actividad en los bares y pubs durante el Mundial de fútbol de Qatar.
No obstante, el crecimiento podría seguir resintiéndose en cuanto los consumidores empiecen a notar, cada vez más, la subida de los precios y al dejar de recibir ciertas ayudas como la de la factura energética.
Darren Morgan, director de estadísticas económicas de la ONS, dijo: «La economía creció poco en noviembre, con aumentos en las telecomunicaciones y la programación informática que ayudaron a impulsar la economía». Y añadió: «Esto se vio parcialmente contrarrestado por nuevas caídas en algunas industrias manufactureras, incluida la muy a menudo, errática, industria farmacéutica. También hubo caídas en el transporte y los servicios postales, en parte debido al impacto de las huelgas».
Unos datos engañosos de la economía británica
Las Cámaras de Comercio Británicas señalaron: «Aunque el PIB intermensual creció un 0,1%, se trata de una medida volátil. La media de tres meses, que se sitúa en el -0,3%, envía una señal más clara de la trayectoria actual de la economía».
Por su parte, Jonathan Moyes, responsable de estudios de inversión de Wealth Club, declaró que las noticias podían ser esperanzadoras para el próximo año. Por otro lado, Rachel Reeves, canciller laborista en la sombra, se mostró en sintonía con las Cámaras de Comercio: «Los resultados de hoy no son más que otra página en el libro de los fracasos de los conservadores en materia de crecimiento».
El Ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, explicó: «Tenemos un plan claro para reducir a la mitad la inflación este año».