China lidera el medallero olímpico y a escasos días de que se clausuren los Juegos de Londres, no es descabellado pensar que este país puede volver a ser el que más medalla se lleve a casa. Ya lo hizo en 2008. Pero, para llegar a lo más alto en el podio, a veces, hay inmensos sacrificios. El padre de la medalla de oro de clavados Wu Minxia ha admitido haberle ocultado que su madre padecía cáncer, provocando este jueves una avalancha de críticas en China por la carrera olímpica de muchos deportistas.
Wu Minxia, con su compañera He Zi, ganó el pasado domingo a sus 26 años el título olímpico de clavados sincronizados en trampolín de 3m, convirtiéndose en la primera clavadista de la historia de los Juegos Olímpicos en lograr el oro en tres de esas citas consecutivas.
Pero, para no descentrarla en su camino hacia esta hazaña, sus padres le ocultaron la batalla que su madre libra desde hace ocho años contra el cáncer, informó el rotativo Shanghai Daily al principio de la semana. Wu tampoco supo que su abuela acababa de morir, según el mismo periódico.
Críticas en la red
«Wu nos ha llamado cuando su abuela acababa de morir. Apreté los dientes y le dije: ‘todo va bien, no hay ningún problema,’ declaró su padre, Wu Jueming, al rotativo, explicando que consideró «esencial» mentir así a su hija para no perturbar su concentración deportiva. «Nunca hablamos de asuntos familiares con nuestra hija,» añadió.
Miles de usuarios de redes sociales y microblogs condenaron estas mentiras y «la crueldad» del sistema deportivo en China. «Aparte de volver locos a nuestra gente, nuestra estrategia olímpica también hace que la gente pierda su humanidad,» escribió uno de ellos.