Cerca de 900.000 personas han perdido su empleo en el Reino Unido desde el inicio de la pandemia, según muestran las cifras oficiales. La hostelería británica es el sector más afectado. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales, representa a uno cada tres nuevos desempleados, seguido del comercio minorista. La tasa de paro se ha elevado al 4,9% en solo tres meses desde agosto hasta octubre, con un total de parados de hasta 1,7 millones de personas en lo que llevamos de año. Los despidos alcanzaron un récord abrumador en la temporada alta.
La hostelería británica corre un gran peligro de quiebra
Este último año han habido importantes pérdidas de puestos de trabajo en otros sectores como la aviación debido a la caída brusca de turismo, pero la hostelería ha sido el más afectado debido a las restricciones. Los bares y restaurantes tuvieron que cerrar durante meses en el primer cierre. Y se han enfrentado a nuevas restricciones constantes, desde entonces. Miles de locales en todo el Reino Unido permanecen cerrados en áreas cubiertas por las recientes restricciones de nivel 3 y este sector sufrirá aún más cuando Londres, que es la ciudad más turística del país, entre en el nivel de alerta más alto este miércoles.
«Es duro comprobar la cantidad de personas que pierden sus trabajos o las inexistentes vacantes disponibles para las personas que buscan trabajo en el sector, todo eso compone un momento muy difícil para el sector hostelero», se lamentó el director de la Oficina Nacional de estadística, Darren Morgan.
La organización de hosteleros de Inglaterra creen que la decisión de colocar a Londres y partes de Essex y Hertfordshire en el nivel 3 es una injusticia, a pesar del reciente aumento de infecciones. «La propagación se está impulsando principalmente a través de los colegios. Sin embargo, una vez más, es la hostelería la que sufrirá el impacto», dijo su directora, Kate Nicholls. «Todos los pubs, restaurantes, bares, cafeterías y hoteles, después de haber invertido tanto para que sus lugares sean seguros, se encuentran desatendidos por el gobierno». Lo cierto es que la medidas de contención del virus deberán cumplirse, aunque suponga graves efectos en la industria. Como ya dijo el ministro de sanidad, Matt Hancock, las consecuencias humanas podrían ser mucho peores.