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La importancia de consentirnos

En estos tiempos de competitividad, nuestra vida se ha acelerado a pasos agigantados. Nos enfrascamos en una serie de actividades y responsabilidades que muchas veces impiden que disfrutemos de aspectos fundamentales para el ser humano como el compartir con la familia y amigos, recrearse con algún pasatiempo, descansar y dedicarnos tiempo a nosotros mismos.

Como seres integrales, alcanzamos la plenitud con el equilibrio, y es por ello que necesitamos ser conscientes de que el descanso y el ocio son muy importantes para nuestro adecuado funcionamiento. El cuerpo y la mente necesitan espacios de inactividad, tranquilidad y serenidad, los cuales se aprovechan para la regeneración fisiológica y para la renovación de fuerzas.

En muchas ocasiones esperamos las vacaciones para tomar tiempo para nosotros mismos; sin embargo, es común que esos días libres se llenen de otras responsabilidades y al final no logremos descansar lo suficiente. Es por ello que resulta indispensable que reservemos momentos durante el día para consentirnos a nosotros mismos. Tomar tiempo para una siesta, salir a caminar, escuchar música, leer un libro interesante, darnos masajes en los pies, tomar un largo baño con agua caliente o simplemente darnos “permiso” de no hacer nada durante media hora son solo algunos ejemplos de lo que podemos hacer para consentirnos.

Detenerse durante el día y reposar tanto el cuerpo como la mente durante unos momentos nos hará personas más productivas, eficientes y sobre todo saludables. Quizá nuestra sociedad vea estos espacios de descanso como innecesarios e incluso reprochables, pues se nos ha programado para ser máquinas de trabajo, pero debemos recordar que trabajar más no es sinónimo de calidad.

A lo largo del día, experimentamos distintos estadios de alerta mental. De esta manera, algunas personas se encuentran en su apogeo en las tempranas horas de la mañana, mientras que otras alcanzan su máximo potencial por la tarde o incluso por la noche. Conocer cuál es nuestro “horario interno de productividad” nos permitirá maximizar nuestros recursos y ahorrar energía cuando así se requiera.

Además, es importante recordar que como seres integrales, debemos prestar atención a muchas áreas de nuestra vida y encontrar el balance en estas áreas hará de nosotros personas más satisfechas y plenas. Tomar tiempo para el cuidado personal, cultivar relaciones interpersonales positivas, dedicarse a un pasatiempo e incluso retomar una nueva carrera son tareas tan importantes como el trabajo remunerado o los quehaceres del hogar.

De ahora en adelante, procure tomar vacaciones diarias de veinte o treinta minutos: desconecte el teléfono, la computadora y el televisor, y permítale a su mente y a su cuerpo disfrutar de actividades placenteras. A largo plazo, su familia, amigos, trabajo y –sobre todo- su salud ¡se lo agradecerán!

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