La inflación en el Reino Unido se disparó hasta el 9% en abril, su nivel más alto en más de 40 años. El aumento del coste del gas y la electricidad llevó las facturas energéticas de los hogares a niveles récord. Así mismo, la escalada del coste de los alimentos y el transporte también ha contribuido al aumento del coste de vida, agravando la crisis que afecta a millones de familias de ingresos bajos y medios.
La Oficina Nacional de Estadísticas señaló que el aumento del 54% en el precio máximo de la energía en abril, que llevó la factura media anual de gas y electricidad a cerca de 2.000 libras, fue la principal razón del brutal salto del índice de precios al consumo.
El precio medio de la gasolina subió hasta el récord de 161,8 peniques por litro en abril de 2022, frente a los 125,5 peniques del año anterior. El gasóleo fue otro de los factores que impulsó el aumento del índice de precios al consumo desde el 7% de febrero, después de que el coste medio en los surtidores alcanzara el récord de 176,1 peniques por litro, lo que supuso un aumento medio en los últimos 12 meses de los combustibles de automoción del 31,4%.
Presión por parte de las empresas ante una inflación sin precedentes
Varias empresas han asegurado que todos los sectores de la industria y el comercio están sufriendo el fuerte aumento de los costes de la energía y el combustible. Y que muchos de ellos se enfrenten a un impacto financiero similar al de la pandemia, pero sin el mismo nivel de apoyo gubernamental.
Como señala The Guardian, el fin de una rebaja temporal del VAT (el equivalente al IVA) para la hostelería también hizo subir los precios. Después de que restaurantes, bares y hoteles no pudieran amortiguar a los clientes del aumento del impuesto del 12,5% al 20%.
Los bancos de alimentos han informado de un aumento de la demanda de comida tras la subida de la factura energética. Muchos propietarios de pequeñas empresas han dicho que una combinación de costes más elevados y subidas de impuestos les ha llevado al borde de la quiebra.