Los últimos datos oficiales indican que la inflación se ha disparado, sin que los salarios hayan aumentado en la misma medida.De acuerdo a los últimos datos oficiales por parte de la Oficina Nacional de Estadísticas, los ingresos medios de las familias Británicas se han incrementado un 0.8% durante el curso del año, el nivel más bajo desde que existe un registro de dicha información. Para los trabajadores del sector privado el aumento de salarios fue ligeramente superior, alcanzando el 1.1%, mientras que para aquellos empleados en el sector público se ha producido un descenso del 0.5%, un hecho que carece de precedentes desde que existe un registro de datos.
Estas cifras contrastan con el dato de la inflación, que ha alcanzado el 2.7%, lo cual supone una reducción en términos reales del poder adquisitivo medio. El aumento del precio en las facturas del gas, el agua, el transporte y la vivienda, que oscila el 8%, son los responsables de dicho encarecimiento.
No parece que a medio plazo dicho panorama vaya a cambiar. Por una parte, diversos analistas económicos han coincidido en señalar que el crecimiento de los salarios será muy moderado en los próximos meses, debido a que las empresas desean mantener sus costes laborales controlados hasta que los signos de recuperación económica se hagan más visibles. Por otra parte, el Banco de Inglaterra ya anunció que su prioridad era la lucha contra el paro, y para ello mantendrá el tipo de interés en el mínimo histórico del 0.5% hasta que el desempleo sea inferior al 7%, medida que dificulta contener el aumento de precios.
Como dato positivo, cabe destacar un descenso del número de desempleados de 18.000 personas, situando el total en algo menos de 2.5 millones. La peor parte sigue siendo para los menores de 25 años, donde casi un millón de jóvenes siguen fuera del mercado laboral.