Según varios investigadores británicos, encargados de diseñar una nueva herramienta cuya función es mejorar la calidad de los órganos de los donantes, la inteligencia artificial podría ayudar a los cirujanos del NHS a realizar 300 trasplantes más al año.
Actualmente, los médicos hacen sus evaluaciones para determinar si un órgano puede ser trasplantado o no. Lo que supone que a veces no se elijan los órganos adecuados pues algunos pueden no dar resultados y otros con mejor calidad, acabar descartados.
Pero gracias al millón de libras que han conseguido los investigadores, la situación va a cambiar. Los expertos han desarrollado un método pionero que, mediante la inteligencia artificial, puntúa eficazmente los posibles órganos que pueden servir. Y los compara con imágenes de decenas de miles de otros órganos que han sido utilizados en operaciones de trasplantes.
Los investigadores ya han conseguido 1 millón de libras
El proyecto está respaldado por el NHS Blood and Transplant (NHSBT, por sus siglas en inglés)v y cuenta con 7.000 personas en su lista de espera para un trasplante.
Derek Manas, director médico de donación y trasplante de órganos del NHSBT, declaró: «Se trata de un emocionante avance en infraestructura tecnológica que, una vez validado, permitirá a cirujanos y clínicos de trasplantes tomar decisiones más informadas sobre el uso de órganos. Y contribuirá a cerrar la brecha entre los pacientes que esperan y los que reciben órganos que salvan vidas».
Los investigadores han conseguido 1 millón de libras del National Institute for Health and Care Research, con el objetivo de perfeccionar la tecnología, llamada OrQA (Organ Quality Assessment). Gracias a esta tecnología, prevén que 200 pacientes más podrían recibir un trasplante de riñón y otros 100 un trasplante de hígado cada año en el Reino Unido.
El profesor Hassan Ugail, director del centro de computación visual de la Universidad de Bradford, explicó: «Esto significará que un cirujano podrá hacer una foto del órgano donado, subirla a OrQA, y obtener una respuesta inmediata sobre la mejor manera de utilizar el órgano donado». La herramienta se encargará de buscar daños, enfermedades preexistentes y el grado de limpieza del órgano.
Colin Wilson, cirujano de trasplantes de la fundación Newcastle upon Tyne hospitals NHS foundation trust y codirector del proyecto, manifestó: «Hasta ahora no teníamos nada que nos ayudara como cirujanos en el momento de extraer un órgano». A lo que añadió: «Se trata de un paso realmente importante para que profesionales y pacientes se aseguren de que la gente puede recibir el trasplante adecuado lo antes posible».