La divisa Británica está experimentando un inicio de año alcista, y los estrategas pronostican una mayor apreciación a lo largo de 2014. En su relación con el dólar, el tipo de cambio ha oscilado estos días en 1.66$, llegándose a alcanzar hace dos semanas 1.68$. Es el mejor nivel visto frente a la divisa americana de los últimos 5 años.
En el caso del euro la apreciación no es tan significativa, y el tipo de cambio ronda los 1.20€, si bien se espera una pérdida de valor de la divisa comunitaria frente a la del Reino Unido.
El aumento del valor de la libra se debe a un mejor estado de la economía, que alienta a los inversores a su compra, así como un aumento del tipo de interés, evento que tendrá lugar entre este verano y el inicio del próximo año y que siempre apareja una apreciación. Por otra parte, la inherente naturaleza de la libra esterlina, considerada como valor refugio por muchos analistas, la convierte en un reclamo ante crisis políticas y económicas como la que se está viviendo estos días en Rusia.
Una libra fuerte son buenas noticias para aquellos residentes en el Reino Unido que estén planeando vacaciones en el extranjero. Destinos exóticos como Indonesia, Sudáfrica o Turquía se han abaratado, puesto que la libra se ha revalorizado entre un 20 y un 35 por ciento frente a la rupia, el rand o la lira. Para aquellos que prevean acudir al mundial de fútbol en Brasil la noticia es aún mejor, y si hace sólo un año el cambio frente al real era de 2.71, en los últimos días ha oscilado en 3.61. No obstante, esto supone una mala noticia para las exportaciones británicas, y choca con los intereses de los miembros del banco central que buscaban una mejora en talón de Aquiles del Reino Unido. Una moneda apreciada dificultará a las empresas la venta de productos y servicios a otros países, desequilibrando una balanza comercial que ya de por sí es claramente negativa.
Expertos en divisas consideran que a medio plazo se podrá ver la libra rebasando el tipo de cambio de 1.70 frente al dólar, que es la divisa más utilizada en transacciones internacionales. Frente al euro, el tipo de cambio puede llegar a ser de 1.27 a finales de año. En el caso de Japón y China, las previsiones son más contradictorias, puesto que el primero se encuentra en un momento de expansión monetaria donde está emitiendo millones de yenes, mientras que el segundo mantiene una moneda muy devaluada y se encuentra en un momento de cambio de ciclo económico, factores que impiden realizar un pronóstico seguro.