Charla con los españoles miembros de la asamblea del movimiento ‘Occupy London’
Las tiendas de la zona española del campamento instalado alrededor de la catedral de Saint Paul’s trazan un círculo que refuerza la idea de plaza. Al fin y al cabo, las raíces de este movimiento que toma su inspiración del que nació en España el 15 de mayo de 2011, se cimentaron, de forma natural, en estos espacios circulares donde tradicionalmente se reúnen los habitantes de los pueblos y ciudades de todo el mundo.
Virginia, Laura, Sirio, Tristán y Nacho son españoles que llevan tiempo afincados en Londres. Previamente vinculados al 15-M, aprovecharon su experiencia en la asamblea española para ayudar en la gestación de ‘Occupy London’. Su compromiso con este movimiento que aboga por una democracia más amplia de la que se practica en la actualidad a la par que denunciar el «secuestro» de estas instituciones por parte de élites financieras y no financieras es incuestionable.
De todos ellos, Laura y Tristán pasan alguna que otra noche en Saint Paul’s para no dejar sus tiendas vacías. Laura explica cómo transcurre un día cualquiera a nivel logístico: «hay un grupo denominado «tranquility» que se encarga de vigilar el campamento por la noche. A las siete se inician labores de limpieza, se desayuna y a partir de las diez comienzan a reunirse los diferentes grupos de trabajo». Éstos son tan diversos como las personas que encontramos en la plaza. «Hay grupos de derechos humanos, de la mujer, de apoyo a las revoluciones surgidas en el mundo árabe…aquí encontramos personas con más experiencia en el mundo del activismo, otras que son más noveles, de diferentes edades, profesiones e intereses, creando un amalgama donde diálogo, aprendizaje y debate son constantes. «A la una se celebra una asamblea general más orientada a la logística del campamento y durante todo el día hay actividades en la University Tent donde se invita a expertos a charlar sobre política, economía o activismo. Por la tarde se reúnen los diferentes grupos y a las siete comienza otra asamblea general de carácter más político».
Orientarse por el campamento es una labor sencilla. Existe un punto de información donde se exhiben los contenidos del día así como información para los recién llegados. En este sentido, la organización es excelente.
Lo que distingue al movimiento de la capital británica con el español, además del contexto particular que vive este país a nivel político y económico, es una metodología asamblearia no tan sofisticada. Esta es una de las áreas en las cuales este grupo de españoles intenta incidir más basándose en su experiencia.
Virginia, por ejemplo, forma parte del grupo internacional, surgido de una comisión encargada de establecer contacto con otras asambleas y explicar en el Reino Unido lo que sucedía Sol y en otras plazas españolas. A través de talleres, asambleas y «live streamings» construyen una consciencia global que nació el 15 de Octubre pasado y que representa una evolución de los movimientos nacidos en España y Grecia. Su último «live streaming» tuvo lugar en Siria, donde se retransmitió en directo una protesta en el país árabe y que de paso sirvió para proteger a los manifestantes temerosos de represalias por parte de las autoridades locales.
Cara a las elecciones generales que se celebran en España el 20 de noviembre, Virginia dice que «no tiene importancia cuál sea el partido ganador, tal y como hemos visto en países como Grecia e Italia.» La crisis del euro copa las agendas y los gobiernos nacionales se ven supeditados por una crisis más amplia. Subraya, sin embargo, que «si los pronósticos se cumplen, esperamos un acoso más intenso para el movimiento.» Ella ya ejerció su derecho a voto, pero algunos de sus compañeros no han tenido su misma suerte ya que a pesar de llevar a cabo todos los trámites necesarios no les han llegado las papeletas a tiempo.
¿Tiene este movimiento fecha de caducidad? «No», declara Virginia. «La lucha dura siempre».