Médicos y expertos en salud advierten de los peligros de la contaminación ambiental sobre nuestra salud.
«Es necesario aumentar el esfuerzo en la prevención de la contaminación y en la investigación de tratamientos contra enfermedades ambientales». A ésta y otras interesantes conclusiones llegaron los médicos y expertos en salud que participaron en el VI Congreso Internacional de Medicina Ambiental, organizado por las Fundaciones Alborada y Vivo Sano que tuvo lugar en Alcobendas (Madrid) del 1 al 3 de junio. Los distintos puntos de vista que ofrecieron las exposiciones de los que participaron en las jornadas, contribuyeron a dibujar la situación de la realidad que estamos viviendo y que la mayoría de la sociedad desconoce. Tal y como describió en su intervención la doctora Pilar Muñoz-Calero, Directora de la Clínica de la Fundación Alborada: «muchos de los fenómenos que nos acechan a modo de enfermedad: Alzheimer, Parkinson, numerosos tipos de cáncer, diabetes, hipersensibilidades a los químicos tóxicos o a las radiaciones electromagnéticas, fatiga crónica y fibromialgia, hiperactividad, intolerancias alimentarias, asma y alergias, tienen su causa principal o, al menos, guardan relación con la contaminación ambiental a la que nos exponemos a diario».
Precisamente, el doctor William Rea, considerado el padre de la medicina ambiental, corroboró con datos la afirmación de Muñoz-Calero. Rea presentó los resultados de un análisis de aliento en 500 personas y todas ellas presentaban tóxicos. El fundador del Centro de Salud Ambiental de Dallas (EE. UU), que ha tratado a más de 30.000 pacientes de enfermedades ambientales, incidió en la importancia de tomar alimentos ecológicos porque tienen más nutrientes que los convencionales, según diversos estudios, y, sobre todo, porque gracias a su poder desintoxicante ayudan a mejorar a los enfermos.
Es importante conocer los protocolos de la medicina ambiental que llevan aplicándose durante más de 30 años a cientos de miles de pacientes en todo el mundo con muy buenos resultados. Sin embargo, el mejor tratamiento, es la prevención de la exposición a tóxicos y radiaciones, en muchos casos, cambiando de residencia o lugar de trabajo.
Doctor Tinao: «La medicina ambiental va a desempeñar en la medicina actual y futura un papel casi tan trascendente
como el de los microbios a principios del siglo XX».
En cuanto al tratamiento, la doctora Muñoz-Calero insistió en que «las esperanzas respecto a estas enfermedades van en aumento, ya que la medicina ambiental trata con éxito los daños que provocan los tóxicos en multitud de estructuras de nuestro organismo, ayudando a recuperar la homeostasis y la capacidad de sanación». Además, la doctora recordó a los asistentes que el Consejo de Europa reconoce la medicina medioambiental como una medicina transversal que ha de impregnar el resto de áreas médicas.
La medicina ambiental y la medicina integrativa
Ambas disciplinas, la medicina ambiental y la integrativa, ofrecen una gran ayuda para cualquier problema de salud y un conocimiento imprescindible cuando nos encontramos con las llamadas enfermedades emergentes, multisistémicas o ambientales que, sin embargo, mejoran enormemente cuando ayudamos al organismo con nutrientes y eliminamos la toxicidad.
En la misma línea, el doctor José Francisco Tinao, director de la Clínica de Medicina Integrativa de la Fundación Vivo Sano, en Madrid, destacó que la medicina ambiental supone el enfoque necesario para las principales enfermedades «modernas». «La medicina ambiental va a desempeñar en la medicina actual y futura un papel casi tan trascendente como el de los microbios a principios del siglo XX», explica el Tinao. «Cada día se conocen más datos sobre el papel de los tóxicos medioambientales en el origen de distintas patologías o como factores coadyuvantes, y aún queda mucho por investigar y por aplicar en la práctica clínica diaria. La medicina debe comenzar a tomar iniciativas en la valoración medioambiental y en su repercusión sobre las personas», concluye el director de la Clínica de Medicina Integrativa, ubicada en Madrid.
Investigación multidisciplinar
Las aportaciones de los ponentes pusieron de relieve cómo el análisis de los agentes medioambientales y sus efectos sobre nuestro organismo, aunque, en las últimas décadas, han contribuido notablemente al desarrollo de la investigación, lo cierto es que aún queda un largo camino por recorrer.
Así lo expusieron los expertos que participaron en el Congreso, como el bioquímico Martin Pall, que trató la exposición tóxica ambiental en las enfermedades inflamatorias crónicas; Dolores Romano, coordinadora del departamento de Riesgo Químico del Instituo ISTAS, quien criticó la falta de independencia de la ciencia; Javier Hernández Covarrubias, médico mexicano, que habló del riesgo del mercurio que se encuentra en algunas vacunas; Christine Esteve, médica homeópata que trabaja con la Fundación Roger Torné que puso de relieve el aumento de la patología respiratoria en niños, así como de los trastornos alimentarios desde bebés; o Fernando Pérez, especialista en geobiología, quien disertó respecto a la contaminación electromagnética y las áreas geopatógenas, sus efectos en la salud y casos concretos de intervención con éxito.
Otra de las grandes personalidades que asistieron al Congreso fue la doctora Jean Monro, directora de la clínica Breakspear de Londres y homenajeada en esta ocasión por su contribución al desarrollo internacional de la medicina ambiental en las últimas dos décadas. La doctora expuso los más recientes tratamientos para la enfermedad de Lyme o SQM. Entre otras novedades, presentó un test oncológico aplicado a pacientes con sensibilidad química que permite predecir con bastante fiabilidad los resultados de tratamientos de medicina ambiental en estos pacientes.