¿Alguien se hubiera podido imaginar que alguna vez unos aseos pudieran convertirse en una sala de exposición de arte de uno de los museos más famosos de Londres? Pues eso es exactamente lo que ha sucedido con los aseos de estilo victoriano que hay ubicados justo detrás de la National Portrait Gallery. Este caseta, situada en una isleta de tráfico cercana a la concurrida plaza de Leicester Square, se va a transformar próximamente en un espacio expositivo para la National Portrait Gallery.
La estructura, que mide 160 metros cuadrados, se cerró, para su uso como WC público, en los años setenta. Desde 1980, funcionó como centro de información turística, vendiendo entradas para el teatro. La adquisición le ha costado al museo londinense la friolera de 3 millones de libras, como parte de un proyecto de expansión de 10 millones de libras.
En dicho programa, también se ha incluido la remodelación de Irving Street, calle que se sitúa entre la National Portrait Gallery y la plaza de Leicester Square. Llevar a cabo esta restauración ha sido posible gracias a las subvenciones de la Blavatnik Family Foundation, The National Lottery Heritage Fund, la Garfield Weston Foundation y la Ross Foundation.
La National Portrait Gallery
La National Portrait Gallery se fundó en el año 1856 con el propósito de reunir los retratos de los personajes más importantes del país. A día de hoy, cuenta con pinturas, fotografías, dibujos, esculturas y caricaturas, que, aunque pueden no ser obras de arte destacadas, tienen un gran valor histórico.
Los retratos son ordenados de forma cronológica, comenzando por la planta superior. Allí hay obras que datan desde 1485. Entre esas obras se pueden encontrar desde miembros de la familia de los Tudor o los Estuardo. En la planta intermedia se pueden encontrar retratos de personajes famosos de entre 1837 y 1990, que incluyen pinturas de la reina Victoria, Winston Churchill o Paul McCartney.