Las luces en la calle parpadean como siempre en esta época, conversando entre ellas, con un «ahora te enciendes tú y después voy yo»; el frío del invierno se pone chulo para que nos arropemos bien en la chimenea o dentro de un abrigo. Un frío que tiene algo de calidez, que no sobra, porque es tan de la Navidad como el árbol de la esquina; pero los petardos que los niños lanzan como demonios sin alma suenan constantes e insufribles, consiguiendo que me transforme en un cascarrabias al estilo Scrooge.
Ya veis, paso de lo melancólico y bonito al pavor y lo sombrío, justo como el cine navideño, donde encontramos películas apropiadas en la hora de la cena y otras que alimentan el desasosiego en el espectador. Enciendo la caja tonta, veo que televisan Solo en casa, y, mientras el jovencito Kevin McCallister le hace putaditas a los ladrones que intentan robar en su hogar, rememoro otros films familiares y no tan familiares, aunque igual de interesantes para el cinéfilo de pro. Ni 5 ni 10, 7 recomendables ejemplos para vuestro disfrute.
Rare Exports (2010)
No es una obra maestra, pero la cinta de los países nórdicos Un cuento gamberro de Navidad -sí, ese fue el «maravilloso» título que le dieron en España– tiene la virtud de poner patas arriba la visión que tenemos de Santa Claus, usando para ello un estupendo humor negro, buenas dosis de explosiones y cuidada atmósfera macabra. Aquí no es el psicópata disfrazado del bonachón barbudo habitual en el cine slasher, sino del auténtico Papá Noel, el de carne y hueso, dispuesto a destrozar…eso, tu carne y tus huesos. La previa Santa´s Slay (2005) tenía las mismas intenciones, pero la baja estofa del producto la dejó en solo un intento burdo y olvidable.
https://www.youtube.com/watch?v=2pH9IyqTk1E
Jungla de cristal (1988)
Todo un referente del cine navideño y de acción. Frenética sobredosis de célebres planos, villano con carácter y estilo, líneas memorables («¿le parece que estoy encargando una pizza?», «yippi ka yei», «¡esto es como Saigón!») y ese anti-héroe que convirtió a Bruce Willis en la estrella que ¿aún? es hoy. Las campanitas en la banda sonora del fallecido Michael Kamen aún nos hacen salivar de placer. Dos años después, John McClane y la Navidad seguían presentes en la nada despreciable La jungla 2: Alerta roja.
https://www.youtube.com/watch?v=E5DYeAfdWi4&feature=youtu.be
El día de la bestia (1995)
25 de diciembre, el día señalado para el nacimiento del Anticristo. Definitivamente no la película familiar que mi madre desearía ver después de una cena navideña. Alex de la Iglesia supo transgredir el tipo de films que se fabricaban en España por aquel entonces. Por fin veíamos efectos especiales de auténtico empaque, secuencias de acción bien hilvanadas y una historia de terror satánico tan sólida como fueron las de El exorcista (1973) o La profecía (1976). A pesar del apresurado clímax, ciertamente mejorable, el cine español merecía una película así. Feliz Navidad, mamá.
Gremlins (1984)
Casi cualquier película escrita o dirigida por Chris Columbus podría incluirse en este artículo. Aventuras en la gran ciudad (1987), Los Goonies (1985), El secreto de la pirámide (1985)… cine festivo puro y duro, pero Gremlins toma uno de los puestos de honor. A nuestro querido y tierno animalito Mogwai, que tantas veces ha entretenido las sobremesas televisivas, hay que cuidarlo a conciencia siguiendo tres reglas imprescindibles para evitar que engendre bichos infernales. Evidentemente. todos esperamos con ganas a que esas reglas se incumplan para mirar cómo los monstruos se emborran sin vergüenza ninguna o lanzan a una ancianita por la ventana. ¿No son adorables? Con guión de Columbus y dirigida por Joe Dante -otra leyenda del comercial cine palomitero con sello Amblin, la productora ochentera creada por Spielberg– es una de las indispensables en estas fechas gracias a su vibrante sentido de la aventura, la comedia y el terror.
https://www.youtube.com/watch?v=8nGd36NhmTE
Christmas Evil (1980)
La más exótica de la lista y definitivamente material de culto entre los buscadores de menospreciadas y olvidadas joyas. Christmas Evil es oscura, a ratos sangrienta, pero perfecta a la hora de caracterizar a un personaje cuya mente se mueve entre la locura despiadada y un corazón inocente. Harry (Brandon Maggart) es el empleado modélico de la tienda de juguetes Jolly Dreams; sin embargo, su obsesión por la figura de Santa Claus debido a un trauma familiar lo llevará a no diferenciar entre realidad y ficción. El magnífico trabajo realizado por Maggart, el detallado análisis de las motivaciones del protagonista, y ese surrealista, insólito y, al mismo tiempo, lógico final -que recuerda al de Birdman (2014), o viceversa- hacen que esta película dirigida por el poco prolífico Lewis Jackson sea uno de los mejores thrillers de terror con la Navidad como telón de fondo.
Love Actually (2003)
«Britanicadísima» fusión entre romance, sexo, cinismo y humor. Cinta contigua a otras obras anglosajonas, como Notting Hill (1999) o la importante Cuatro bodas y un funeral (1994), y clásico relativamente nuevo para las fechas navideñas. El divertido número musical del gran Bill Nighy cantando Christmas is All Around Me mientras van apareciendo los créditos iniciales ya nos llena el cuerpo de “good feeling”. Liam Neeson, Alan Rickman, Hugh Grant, Rowan Atkinson, Colin Firth…un reparto de altura mantiene el nivel de entretenimiento, quitando un par de aburridos episodios (como el protagonizado por el televisivo Kris Marshall). Gracias a su simpática oda al amor loco y entusiasta, Love Actually lo mismo sirve para la Navidad que para el Día de San Valentín. Creó escuela.
https://www.youtube.com/watch?v=_eCb8w8SRAk
Los fantasmas atacan al jefe (1988)
Lujosa y cachonda versión post-moderna de la novela de Charles Dickens Cuento de Navidad que funcionó en lo artístico, en taquilla y todavía funciona en las noches navideñas de los televisores. El eterno socarrón Bill Murray se encontró con otro papel hecho a su medida, ese Ebenezer Scrooge (rebautizado con el nombre Frank Cross), empresario harto de villancicos y espíritu risueño. Una impagable Carol Kane interpretando a uno de los tres fantasmas que visitan al rico gruñón aprovecha sus breves pero descacharrantes minutos en pantalla. La banda sonora de Danny Elfman, el fastuoso diseño de producción y el gran Richard Donner moviendo la cámara glorifican la función.