La ola de frío que amenazaba con traer nieve y tormentas de granizo a Reino Unido ha llegado a Londres.
Las bajas temperaturas y la lluvia han sido las protagonistas del fin de semana en la capital británica pero ayer por la tarde los copos de nieve empezaron a caer para terminar tiñendo de nuevo, las calles londinenses de blanco.
Sin embargo la peor parte no ha sido para la capital, algunas ciudades del norte del país se han levantado hasta con 10 centímetros de nieve y en gran parte de Escocia el manto de nieve llega hasta los 5 centímetros de espesor.
Las predicciones hablan de lluvia para el resto de la mañana. La Agencia de medio ambiente ha llegado a registrar 100 alertas por inundaciones en la zona suroeste del país aunque el riesgo para Inglaterra y Wales es muy bajo.
La red de transportes no se ha visto gravemente afectada aunque si se han cancelado algunos trayectos minoritarios a primera hora de la mañana
Las temperaturas serán frías para el resto de la semana, ligeramente por encima de los cero grados.