La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) británica ha revisado el dato del producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre del año y el resultado final ha sido de un 1,2 por ciento, una décima más respecto al 1,1 por ciento calculado inicialmente. En términos intertrimestrales, esta cifra supone el mayor crecimiento experimentado en la economía británica desde el primer trimestre del año 2001.
La revisión al alza viene sustentada por una mejora en el sector de la construcción, que estaba previsto que aportara un 6,6 por ciento al PIB, pero finalmente la cifra ha sido de casi dos puntos más, un 8,5 por ciento. Este porcentaje intertrimestral es el mayor que se produce en el sector desde 1963.
Gracias a ese alza, la construcción ha podido solventar el mal resultado del sector servicios, el principal de la economía británica, el cual ha experimentado un crecimiento dos décimas inferior al estimado, un 0,7% por ciento en datos revisados. En cualquier caso, el sector servicios ha aportado al PIB cuatro décimas más respecto a los tres primeros meses del año, cuando el dato fue del 0,3 por ciento.
El crecimiento interanual del PIB se situó también por encima de las cifras inicialmente calculadas y experimentó finalmente un incremento del 1,7%, una décima más de lo que la ONS había calculado. Este dato es el mejor que ha experimentado el PIB británico en términos interanuales desde el primer trimestre de 2008.
Sin embargo, tanto los expertos como el propio Gobierno se muestran cautelosos con estas cifras y con respecto al futuro. Aún faltan por aplicarse muchas de las medidas que se contemplan en el plan de ajuste presupuestario que el Ejecutivo ha anunciado con el fin de reducir el elevado déficit público que sufre el país y que, sin duda, afectará al trascurso de la economía del país.