Los grupos de la oposición han dirigido esta mañana duras críticas a la reforma educativa del ministro José Ignacio Wert en la sesión de control al Gobierno de España.
La reforma educativa que está intentando llevar a cabo el ministro de Educación y Cultura José Ignacio Wert se está encontrando con duras críticas de la oposición. Esta mañana en la sesión de control al Gobierno en el Congreso distintos grupos parlamentarios han pedido incluso la dimisión del ministro (el PSOE y CIU). La nota más llamativa de esta complicada mañana para el ministro ha sido cuando el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Alfred Bosch se ha dirigido con fuertes y duras críticas al plan de reforma educativa del ministro. En ese momento, el compañero de ERC de Bosch, Joan Tardà, portavoz del grupo ERC en el Congreso de los Diputados, ha mostrado un cartel con el lema «Keep Calm and speak catalán», basándose en ese poster tan conocido en Reino Unido que tiene sus orígenes en la Segunda Guerra Mundial.
El portavoz de ERC de Catalunya , Alfred Bosch, ha asegurado al ministro: «no nos moverán, este borrador deja al catalán como una especialidad de tercera, no traen buenas intenciones» y le ha preguntado al ministro si «¿traerán un guardia civil a cada una de las aulas? ¿pero de que planeta bajan? El ministro José Ignacio Wert ha respondido que este borrador de Ley no tendrá como resultado «en absoluto una batalla social y lingüística y solo pretende cumplir con las sentencias del Tribunal Constitucional».
¿En que se basa la reforma educativa de Wert?
La ley que quiere aprobar el ministro José Ignacio Wert, la Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) pretende relegar las lenguas cooficiales a nivel de asignaturas de especialidad, por detrás de las troncales y las especificas. Uno de los temas que ha provocado un gran malestar en los gobiernos y partidos de la oposición de algunas comunidades como Cataluña y el País Vasco que cuentan con lenguas propias (el catalán y el vasco) es la intención de blindar con esta ley la escolarización en castellano subvencionando plazas en escuelas privadas.
En esta reforma también se pretende: apostar por el bilingüismo con el objetivo de aumentar el nivel de inglés en los alumnos españoles, ampliar el Bachillerato a tres años (quedando tres cursos de ESO y tres de Bachillerato para que con 15 años un joven ya pueda decidir si hacer una Formación Profesional de Grado o el Bachiller), se eliminará la asignatura Ciudadanía y los Derechos Humanos por Educación Cívica y Constitucional, «alemanizar» el actual sistema de Formación Profesional para que combine prácticas en empresas y formación en las aulas, se replanteará el sistema de acceso a la carrera docente, y se constituirá un «Consejo de Expertos de Alto Nivel» para reformar el sistema educativo universitario.
En esta nueva educación se apuesta por aumentar la competencia en el alumnado estableciendo evaluaciones externas en todas las etapas y posteriormente se publicarán los resultados de los colegios. Los centros con mejores resultados obtendrían recursos adicionales.