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La playa le gana la batalla al turismo de montaña

Con la llegada de la época estival y del buen tiempo, muchos españoles vuelven a sus ciudades y pueblos para estar con la familia, pero también aprovechan el clima que no les brinda la capital británica el resto del año para pasar allí sus vacaciones de verano. Muchos son los que van a destinos turísticos más que conocidos, como Benidorm, Torrevieja o Gandía. Destinos populares, que cada verano visitan miles de personas y en los que conseguir una habitación en un hotel o un apartamento con poca antelación, puede convertirse en un suplicio. Estos destinos masificados, recordados verano tras verano, quizás ya no tienen mucho que aportar. Es por ello que últimamente, y cada vez con más frecuencia, rincones escondidos y lugares poco comunes están a la última moda. La última encuesta realizada por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), asegura que la costa sigue siendo el lugar preferido para pasar las vacaciones por los españoles, frente a los que prefieren la montaña. Desde la Costa de la Luz en Huelva y Cádiz, hasta las Rías Bajas y Altas en Galicia, lo cierto es que el número de españoles que prefieren la costa a la montaña, es superado con creces.

La playa del Cofete, en Fuerteventura, donde se puede disfrutar de la naturaleza en su estado más salvaje. / Blog_illes

Galicia
Cuando la marea esta baja se puede descender hasta la arena de la Playa de las Catedrales en Ribadeo (Galicia) y recorrerla de un lado a otro para ver las grietas, socavones y galerías de rocas que se han ido formando con la erosión del agua. Sin salir de Galicia, la Playa de la Lanzada, es una de las más conocidas por su belleza y arena blanca que cubre dos kilómetros y medio rodeados de un paisaje de ensueño. Cerca se encuentran lugares de interés como la Torre de la Lanzada, el Castro, o la Ermita de Santa María de la Lanzada, capilla dedicada a todos aquellos que trabajan en el mar.

Baleares
En Formentera encontramos la Playa de Ses Illetes, con aguas turquesas que recuerdan al Caribe sin salir de España, y la Playa del Cofete, lugar idóneo para perderse y disfrutar de la naturaleza salvaje. Asimismo, podemos disfrutar del Macizo Montañoso de Jandía -las montañas más altas de Fuerteventura- que protege toda la playa por el este. La Playa de Es Trenc en Mallorca, es una de esas playas en las que podrías perderte durante un largo tiempo admirando su tranquilidad, lejos de edificios y civilización alguna. Encerrada entre arena blanca, presume de un parque natural a sus espaldas.

Las Islas Cíes, situadas en la ría de Vigo, ofrecen una de las playas mejor catalogadas de toda España a nivel internacional.

Andalucía
En Andalucía, pocas playas vírgenes quedan ya como la Playa de Bolonia, en Tarifa (Cádiz). Es el lugar idóneo para practicar deportes acuáticos, gracias a las condiciones climáticas de la zona. Cerca de Tarifa, en Zahara de los Atunes, existe una playa de casi 8 km de largo con aguas cristalinas, donde podemos observar un barco de vapor, que se encuentra varado a pocos metros de la orilla, desde que se hundió el 12 de enero de 1902.

La playa de Bolonia, situada en Tarifa (Cádiz) reúne las condiciones perfectas para practicar deportes como el kitesurf / Fuente: www.deviajeporespana.com

Exclusividad
Si lo que prefieren son lugares mucho más exclusivos, en España contamos con las Islas Cíes, poco conocidas, pero que albergan paz y tranquilidad en su interior. Situada en la entrada de la ría de Vigo, está formado por tres islas, además de dos islotes de menor tamaño. La isla de Monteagudo y la isla de Faro, están unidas entre sí mediante una barrera de arena originada por corrientes marinas, llamada Playa das Rodas, elegida como una de las playas más bellas del mundo por el periódico The Guardian. La tercera isla que completa las Cíes, lleva por nombre San Martiño, y por último, en el lado occidental está la laguna de agua salada Dos Nenos. Estas islas gozan de exclusividad, pues sólo se permite el paso diariamente a 800 personas, y cada turista puede alojarse un máximo de 15 días. No existen hoteles alrededor, tan solo un camping en el que poder disfrutar de la naturaleza, que es realmente una maravilla. En España gozamos de multitud de lugares con encanto que, muchas veces, pasan desapercibidos. Sólo hay que pararse, respirar y disfrutarlos.

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