La pandemia mundial del Covid-19 ha golpeado de pleno a la Premier League. Y no solo al plano deportivo, sino también al plano financiero es el que más afectado se ha visto. El Covid-19 obligó en el mes de marzo a suspender la competición de manera indefinida, y ahora, que ha se ha tomado la decisión de reanudar la liga, ésta iniciará sin aficionados. Aparentemente, solo parece que afecte a los hinchas que no pueden acompañar a sus equipos en el campo, pero el golpe que reciben los clubs es descomunal. Se calculan pérdidas de 500 millones de libras en la temporada 2019-2020.
El grupo Deloitte advierte que la caída será devastadora
Ningún organismo de la Premier League había pensado alguna vez que jugar a puerta cerrada supondría tantos problemas. Aunque los clubes de la Premier se han volcado en la lucha el coronavirus lo cierto es que la pandemia ha tenido un impacto brutal en la economía de la liga inglesa. De hecho, la auditoria Deloitte ha calculado unas pérdidas nunca vistas. La Premier League viene de una temporada de récord, en cuanto a ingresos. La temporada 2018-2019 supuso un total de 5.000 millones de libras en las arcas de la liga inglesa. Dan Jones, jefe de negocios deportivos del grupo Deloitte declaró que el panorama del fútbol se había inflado sustancialmente, pero que esperaban «una reducción significativa de los ingresos y pérdidas operativas en el fútbol europeo». Evidentemente sin esperarse la crisis del Covid-19. A pesar de que el futuro respecto a los eventos deportivos sigue siendo incierto, una reapertura gradual de los estadios, supondría a los clubs recuperar parte de sus ingresos en la temporada 2020-2021. Los equipos de la Premier han pasado de generar 680 millones de libras en los días de partido, a unos posibles 350 millones, en el caso de que se reabran los campos.
El fútbol modesto es el más perjudicado
Como siempre, los equipos modestos son los más golpeados. Estos equipos, que ya hacen malabares a final de temporada para cuadrar sus cuentas, y que dependen en su mayoría de los ingresos de sus socios y la venta en taquilla, han visto como se ha bajado la persiana y de golpe el dinero en sus cuentas. La reanudación sin público ha supuesto para estos equipos un terrible caos. Las especulaciones a principio de temporada y los elevados salarios, que pretendían pagar con el dinero recaudado a lo largo del año, empiezan a resultar un problema de los gordos a estos equipos que apenas van a conseguir ingresos en lo que resta de temporada.
