La reina Isabel II se volvió a comprometer, ante diputados y lores, a servir al Reino Unido en un acto histórico que tuvo lugar en el Parlamento
Acompañada de su marido, el duque de Edimburgo, la soberana destacó la «resistencia» y «tolerancia» que identifican a su país y quiso recalcar el vínculo entre Monarquía y «Parlamento» como pilares del sistema político del Reino Unido.
Así, la monarca, recibida con el sonido de las trompetas de los guardias reales, llegó a las dos cámaras del Parlamento, reunidas en la gran sala de Westminster. «Estar aquí nos recuerda nuestro pasado, la continuidad de nuestra historia nacional y las virtudes de resistencia, ingenio y tolerancia que la han creado», declaraba la jefa de Estado.
Se refirió a sus sesenta años en el trono como un «privilegio» y recordó a los doce primeros ministros que gobernaron con ella como reina. Mención especial obtuvo también su marido, el duque de Edimburgo, al cual se refirió como su «fortaleza» y su «guía».
Por su parte, la cámara de los Comunes agradeció a Isabel II sus años de «estabilidad, certeza, seguridad, sacrificio y servicio».
Durante el acto, se dejó ver una vidriera que se creó a partir de 1.500 piezas de cristal, con el escudo de armas de la soberana, diseñado por el artista británico John Reyntiens.