La subida de la tasa de inflación hace que el precio de las bebidas alcohólicas llegue a límites históricos en Reino Unido
Al parecer el número de personas ebrias en los pubs de Londres está comenzando a descender. Aunque no es un fenómeno generalizado, se está detectando que el número de incidentes provocados por estas personas está bajando, lo que a su vez implica un cambio en el ambiente de los locales. Muchos han especulado sobre cuál es el origen de este fenómeno, si es debido a un cambio en la actitud de los londinenses, o simplemente una racha.
El pasado mes de junio salieron a la luz los resultados anuales del aumento de la tasa de inflación sobre los productos de primer orden, como son la comida y la bebida. En el caso de las bebidas alcohólicas dicho incremento ha sido más notorio, puesto que se han llegado a alcanzar cifras que desde 1997 no se habían dado. Mientras que a principios de año tomarse una pinta en un bar costaba cerca de 2,80 libras, ahora esta cantidad ronda las 3,20 libras, es decir, ahora irse a tomar una cerveza cuesta casi un 30% más que hace seis meses, tal y como relata la Assistant Manager del Brown Sugar, Astrich Bergoderi. Este hecho no ha pasado inadvertido ni para los consumidores, ni para los propietarios de supermercados, pubs o restaurantes, que son los principales implicados. Los diferentes managers de estos establecimientos coinciden en afirmar que estas sucesivas subidas aún no han terminado, y no esperan que se estabilice la situación hasta el año que viene, con la llegada de los Juegos Olímpicos.
Como forma de afrontar este bache, se están tomando diferentes medidas según el comercio del que hablamos, puesto que no es lo mismo tener como clientes asiduos a turistas que a costumers residentes en Londres que acuden al local de manera habitual. En las principales áreas turísticas de la ciudad abundan los lugares que utilizan la estrategia del happy hour como forma de atracción; mientras que en otros sitios hacen uso de tarjetas de fidelización con descuentos. Otros, simplemente, no realizan ningún tipo de promoción. The Cross Keys, pub situado en la zona no turística de Covent Garden, pertenece a este último grupo. Según uno de sus camareros, ellos no necesitan realizar ninguna acción, puesto que este aumento de precios no ha influido en sus consumidores. En su opinión «la gente prefiere ahorrar en otras cosas». Ante esta idea tan positiva nos encontramos con la opinión del manager del Hercules Pillars, Karl Cornel, quién asegura que a pesar de que sigue teniendo la misma clientela, donde sí que se ha notado el incremento del precio es en la demanda de bebidas: «Los clientes siguen viniendo con el mismo dinero, con la diferencia de que antes consumían para tomarse tres pintas y ahora no piden la tercera». En este caso, los asiduos regentes de este local poseen tarjetas descuento para sus bebidas.
¿Y qué piensa el consumidor al respecto? Como es lógico, los locales comerciales deben de tomar las iniciativas vistas como una forma de mantenerse, pero ¿Realmente sirven para algo? En el caso de los turistas, sobre todo los más jóvenes, sí que es una fuente de atracción el encontrar bares con la oferta del happy hour. Sin embargo, la opinión cambia cuando nos referimos a los residentes en Londres.
El no efecto del ‘happy hour’
Para Tom, alemán de 40 años que vive en la ciudad desde hace 20, el aumento del precio de las bebidas no ha supuesto un cambio en su rutina, puesto que sigue utilizando los pubs como punto de encuentro con sus amigos. Aún así también reconoce que poco a poco está cambiando la rutina para tomar la primera pinta en casa en lugar de beberla en el pub. Por otro lado, nos encontramos con Lauren, londinense de 22 años, que decidió cambiar sus hábitos de consumo: antes solía tomarse dos pintas rubias, y ahora se toma un vaso de vino. Ambos coinciden en la idea de que las happy hours no son un elemento de atracción para ellos. A la hora de elegir un local prefieren un sitio donde se encuentren cómodos y puedan disfrutar, más que el saber si se van a poder tomar dos pintas por el precio de una.
Lo que todos los implicados sí tienen claro es que este aumento del precio no va a ser un hecho aislado de aquí hasta finales de año. El Banco inglés ya ha anunciado que se espera que haya otro incremento de cara al próximo septiembre, debido a la subida del precio del gasóleo y de la materia prima de dichas bebidas.