Thérèse Coffey, la secretaria de Sanidad británica, ha anunciado hoy una medida destinada a liberar camas en los hospitales de Inglaterra. Coffey ha informado de que se está creando un fondo de emergencia de 500 millones de libras esterlinas destinado a los operadores de residencias y a los proveedores de servicios de atención domiciliaria. De esta forma, los pacientes a los que los médicos consideren lo suficientemente bien como para salir pueden ser dados de alta de forma segura, ya sea a su casa o a una residencia.
La medida forma parte de sus planes para hacer frente a la creciente crisis del servicio sanitario, especialmente a las largas demoras de los pacientes para recibir atención. El fondo de alta de atención social para adultos pretende aliviar la presión que sufren los hospitales dado que más de 13.000 camas de los hospitales generales y de urgencias del NHS están actualmente ocupadas por pacientes con «retraso en el alta», lo que ha provocado la saturación de las unidades de urgencias y grandes retrasos en los traslados en ambulancia.
Coffey ha dicho: «El NHS local trabajará con los ayuntamientos con planes específicos en paquetes de atención para apoyar a las personas que estén en su propio hogar o en la comunidad en general. Estos 500 millones de libras actúan como anticipo en el reequilibrio de la financiación de la asistencia sanitaria y social mientras desarrollamos nuestro plan a largo plazo».
Las medidas no son suficientes parar afrontar la crisis sanitaria
Sin embargo, no está claro si los 500 millones de libras son realmente nuevos fondos proporcionados por el gobierno o provendrán de un presupuesto del NHS, que ya está bajo presión debido al aumento del coste de la energía y de los suministros básicos, sin olvidar que también tiene que encontrar 1.800 millones de libras para financiar el acuerdo salarial del 5% para el personal del NHS.
Por su parte, Wes Streeting, secretario de Sanidad británico en la sombra, ha afirmado que las propuestas de Coffey no contienen medidas suficientes para resolver las numerosas dificultades a las que se enfrenta el NHS. Streeting ha dicho: «Sigue sin haber un plan que se acerque a la magnitud del reto». Además, ha señalado la falta de propuestas para hacer frente a la escasez crónica de personal del NHS –pues las vacantes en el NHS en Inglaterra se dispararon recientemente de 105.000 a 133.000– como una de las principales deficiencias del plan.