Más de trescientos años de historia judía, española y portuguesa, detenida en un recodo de la City
Pese a su céntrica ubicación, no es fácil tropezarse con la sinagoga Bevis Marks durante el típico paseo por Londres. Sin embargo la visita no dejará indiferente al que finalmente se acerque a ella, ya sea por azar, curiosidad o devoción. Situada en la City, a dos pasos de Liverpool Street, el ambiente financiero que la rodea no facilita intuir su presencia. Precisamente esto es lo primero que sorprende de este pequeño templo judío en el que se condensan más de trescientos años de historia: Bevis Mark está rodeada de grandes y modernos edificios (como la llamativa torre Swiss Re de Norman Foster) que, en ocasiones, incluso pueden recordarnos a La Défense de París o al Down Town de Nueva York.
En medio de tanta modernidad, la sinagoga ha permanecido casi indiferente al paso del tiempo. Conserva su estructura y mobiliario originales, así como sus siete imponentes candelabros representando los siete días de la semana desde antes de la invención de la luz eléctrica. Inflexiones en su historia, como un grave incendio sufrido durante sus primeras décadas en activo, un intento de clausura por falta de fieles e incluso un ataque del IRA en las inmediaciones, no han conseguido truncar ni su actividad ni su respeto por lo auténtico.
Esta sinagoga es además la más antigua de Gran Bretaña aún en funcionamiento, la más solicitada para la celebración de ceremonias religiosas de la ciudad y forma parte reconocida del Patrimonio Histórico Británico al nivel del Buckingham Palace. Pero lo que hace que Bevis Marks sea una visita obligada para todos los españoles y portugueses es el hecho de que este pequeño y bello templo tenga raíces ibéricas.
Fundadores sefarditas
La llegada a Londres de la comunidad que dio origen al nacimiento de Bevis Marks tiene al menos tres porqués. En primer lugar, la conocida represión que la Inquisición ejerció sobre los judíos y la expulsión de los mismos en 1492 impuesta por los Reyes Católicos, así como las similares medidas tomadas por el rey Manuel de Portugal sólo unos años después. En segundo lugar, la reapertura a los judíos en territorio inglés, aceptada en 1657 por Oliver Cromwell una vez abolida la monarquía y que, dicho sea de paso, poco tuvo que ver con el deseo de justicia o de reparación de daños por su expulsión llevada a cabo por Eduardo I en 1290. Por último, la propia decisión de los miembros de la comunidad que tras residir (y en muchos casos enriquecerse) en Ámsterdam, donde podían vivir su fe con libertad, vieron en la ya entonces próspera urbe londinense una buena oportunidad de mercado.
Pero el establecimiento de estos descendientes españoles y portugueses en la ciudad no empezó desde luego con la construcción de este emblemático edificio. En primer lugar, esta comunidad sefardita tuvo acceso a una pequeña sinagoga muy cercana a la que hoy permanece viva, situada en Creechurch Lane. Asentada en el primer piso de una casa, pronto se reveló como insuficiente para una congregación que iba en aumento.
Finalmente, la comunidad encontró la oportunidad de trasladarse y la sinagoga de Bevis Mark fue inaugurada en 1701. Desde entonces, el templo ha conservado la memoria de aquellos que fueron expulsados del que fue su hogar durante siglos. Actualmente, como una forma más de difundir su cultura, comparte dependencias con el restaurante del mismo nombre que, como no podía ser de otra manera, ofrece comida Kosher (‘apto’ en hebreo).
Es la sinagoga en funcionamiento más antigua de Gran Bretaña y forma parte reconocida del Patrimonio Histórico Británico al nivel del Buckingham Palace
Una historia inacabada
Maurice Bitton, encargado de la conservación de la sinagoga, explica como, tras tantas idas y venidas, la actual comunidad judía en España está viéndose incrementada. Según nos cuenta, cada vez más los españoles desean ahondar en sus raíces, y en ocasiones, acaban encontrando judíos conversos en su pasado. Durante el franquismo, muchos fueron forzados una vez más a abandonar España, asentándose en muchos casos en el país vecino Marruecos. Actualmente, parte de los que marcharon entonces residen en Ceuta, Melilla, Madrid y Barcelona entre otros puntos del país.
Aquellos que buscan su historia, quedarán sin duda complacidos al conocer la sinagoga Bevis Marks, un sorprendente nexo entre Londres y España, entre el mundo judío de siglos atrás y la realidad que esta comunidad vive hoy en día. Actualmente, tan sólo entre veinte y cuarenta personas atienden los servicios diarios. Muchos, explica Bitton, se han trasladado a otras zonas de Londres más alejadas del centro. Sin embargo, viajeros judíos y no judíos siguen visitando cada año este templo, que pese al paso del tiempo, previsiblemente continuará inamovible, contemplando como hasta ahora el devenir de la ciudad que se extiende a su alrededor.