Los Juegos Olímpicos propician un plan de regeneración en el este de Londres que impulsa el desarrollo de la zona
La locura se desató en Londres siete años atrás, cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció el 6 de julio del año 2005 que la ciudad que acogería la gran cita deportiva en 2012 sería la capital británica. «Es un logro sobresaliente vencer en un campo tan altamente competitivo», expresó la reina Isabel II tras conocer la noticia. Pero, después de los correspondientes brindis y el estallido de alegría era necesario ponerse manos a la obra para recibir por todo lo alto el acontecimiento mundial que, sin duda, marca a la ciudad anfitriona para la eternidad.
La candidatura de Londres se centró en ubicar el nuevo Parque Olímpico en Stratford, en el municipio de Newham, al este de la capital. Una decisión que conllevaba citar a muchos de los mejores deportistas del momento en una de las áreas menos glamurosas de Londres. De hecho, los organizadores del proyecto Londres 2012 se apoyaron en la idea de regeneración y reconstrucción de esta zona que, por otro lado, disponía de una gran extensión para levantar la futura Villa -solo la superficie del terreno de juego del estadio es de 20.000 m2- y para unirla con el centro, dadas las conexiones subterráneas de transporte.
Stratford acoge ahora los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero en el siglo XIX fue el lugar elegido para ubicar plantas químicas que originaron manifestaciones para forzar a las autoridades a alejarlas de la población. Era sólo la punta del iceberg de una lucha constante por la rehabilitación de una zona, que empezó en los años sesenta del siglo XX con la construcción de un centro comercial y una terminal de tren. Posteriormente, el cine, el teatro y una nueva estación de autobuses lavaron la cara a un barrio que no quería arrinconarse en el olvido.
Desde el anuncio de los Juegos la localidad ha sufrido una transformación en cuanto a estructuras se refiere. «En el año 2006, estos terrenos estaban desaprovechados, con diferentes edificios. Ahora es posible ver avenidas y parques», explicaba en la cadena BBC y al pie de las nuevas construcciones el responsable del Desarrollo Olímpico, Richard Arnold.
Stratford acoge ahora los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero en el siglo XIX fue el lugar
elegido para ubicar plantas químicas que originaron manifestaciones
El Parque de Londres 2012 cuenta con ocho estadios y albergará la Villa Olímpica que durante los Juegos será el hogar de unos 16.000 deportistas. Un velódromo, un centro acuático, infraestructuras como el Copper Box o la Arena de baloncesto y balonmano o la de Riverbank, pasando por el nuevo estadio, recortan el horizonte del este de Londres.
Llama la atención que hace tan sólo seis años, el 47’9% de los londinenses encuestados sobre el este de la ciudad pensaran que «el comportamiento poco sociable» era uno de los problemas del área, según datos publicados por el sector público del distrito de Newham.
La mirada internacional
El gran evento deportivo ha supuesto la aceleración de la rehabilitación de un distrito que no quiere dejar pasar la oportunidad de pisar con fuerza ante la mirada internacional. «Vamos a ser un municipio que la gente elegirá para vivir, trabajar y permanecer», mantenía el alcalde de Newham, Sir Robin Wale. Y en ello están, pues según este ayuntamiento, la puesta a punto de la zona para los Juegos ha propiciado la construcción de más de treinta y cinco mil viviendas y generará unos 100.000 nuevos empleos.
En este sentido, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2012 se han tomado como un catalizador para catapultar el este de la ciudad como «una puerta de entrada a Londres, como un crisol para el intercambio de comercio, información y de ideas», de acuerdo con las palabras de Wales. Tanto es así que el alcalde tiene claro que esta oportunidad sin precedentes va a convertir Newham «en un destino turístico por derecho propio».
El barrio de Newham es el escenario de un ambicioso plan que desde su consistorio califican como «el mayor proyecto de regeneración en Europa»
La cuestión, precisamente, está ahí: en que la transformación de la zona beneficie tanto a los que vienen de fuera como a los propios residentes. Un grupo de vecinos de Carpenters Estate, ha expresado públicamente sus recelos sobre el llamado Plan de Regeneración. Organizados bajo la plataforma Carpenters Against Regeneration Plans! (CARP!), estos ciudadanos reclaman mayor información respecto a los planes para reconstruir su barrio y temen expropiaciones que, al cierre de esta edición, no se habían confirmado por las autoridades.
Parece evidente, no obstante, que Newham está experimentando una transformación radical. Este distrito inglés es el escenario de un ambicioso plan que desde su consistorio califican como «el mayor proyecto de regeneración en Europa». Un cambio acelerado a un ritmo frenético íntimamente relacionado con la ola que acompaña a la gran cita deportiva. Por ello, los impulsores de la rehabilitación se esfuerzan en destacar la «importancia del legado» una vez que los Juegos hayan llegado a su fin. Así lo han expresado tanto el alcalde de Newham como el responsable del Desarrollo Olímpico de Londres 2012. «Es esencial que la transformación de la ciudad se traduzca en prosperidad a largo plazo y en un crecimiento sostenible», manifiesta Sir Robin Wale. Richard Arnold, en la misma línea, señaló durante una entrevista para la BBC que: «hemos construido para el futuro». Ahora sólo cabe esperar que ni las palabras ni el distrito vuelvan a caer en el olvido.