Por Laura González Collado
La escritora británica E. L. James es la responsable de la trilogía que ha enganchado a millones de mujeres de todo el mundo. Muy lejos de ser la típica historia de amor de cuento de hadas, Cincuenta Sombras es una novela erótica y romántica, –además de la primera obra publicada de James–, que ha conseguido batir récords de ventas, y situar a su autora en la lista de las cien personas más influyentes del año según la revista Time.
Anastasia Steele es una estudiante de literatura inglesa que acude al despacho de un exitoso empresario llamado Christian Grey con el objetivo de entrevistarle. Para su sorpresa, él es un hombre joven y atractivo que no le dejará indiferente. A partir de este momento, se establece entre ellos una conexión muy difícil de romper que hará que Anastasia se plantee cosas que jamás habría imaginado.
Así comienza esta adictiva historia bastante subidita de tono, en la que el sexo explícito adquiere una gran importancia, poniendo de manifiesto una relación basada inicialmente en la sumisión y las prácticas poco convencionales. Sin embargo, esto no es lo único que E. L. James ofrece en estos libros, pues de ser así no daría para más ni engancharía de la forma que lo hace. Porque Cincuenta Sombras es una trilogía cuyo tema central es el erotismo, sí, pero con romanticismo y suspense de telón de fondo.
Aficionada a los fanfictions, –relatos que escriben los fans sobre libros, películas y series–, su autora escribió Master of the Universe basándose en la famosísima novela de Stephenie Meyer, Crepúsculo. Una historia que con el tiempo fue evolucionando hasta convertirse en Cincuenta Sombras; de ahí el cierto parecido que guardan ambos protagonistas con Bella y Edward.
A pesar de tratarse de un tipo de literatura bastante diferente a la habitual, consigue absorber por completo al lector. Una vez que uno empieza a leer la primera parte de este éxito mundial, Cincuenta Sombras de Grey, la adicción está asegurada.