Una investigación ha revelado que la cantidad de alimentos ultraprocesados en las comidas escolares y los almuerzos preparados en el Reino Unido representa un 64% en las primeras y un 82% en las segundas. El estudio, realizado por el Imperial College de Londres y publicado ayer en la revista Nutrients ha demostrado que la cantidad de comidas ultraprocesadas (UFP por sus siglas en inglés) que ingieren los niños del Reino Unido es la más alta de Europa. Por este motivo, los expertos en salud pública han pedido que se limite su consumo debido a los negativos efectos que puede tener en la salud de los niños.
Se trata de la primera investigación que «analiza el alcance del contenido de alimentos ultraprocesados en niños de todas las edades», señala la doctora Jennie Parnham, de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres y primera autora del trabajo.
En el estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud e Investigación sobre Cuidados (NIHR por sus siglas en inglés), se examinaron las dietas de más de 3.000 niños de primaria y secundaria con el objetivo de localizar la cantidad de estos elementos que contienen las comidas escolares y los almuerzos para llevar. Se concluyó que alrededor del 75% de las calorías de todos los tipos de almuerzos escolares procedían de los FUP, con más cantidad de ellos en los almuerzos para llevar que en las comidas escolares.
Se necesitan medidas políticas urgentes para mejorar las comidas escolares
Aunque los ultraprocesados se venden como opciones saludables, en realidad contienen más sal, grasa, azúcar y otros aditivos que están relacionados con problemas de salud. Suelen ser baratos y fáciles de conseguir, por lo que suponen una opción económica ante la crisis del coste de vida. En consecuencia, el doctor Eszter Vamos, de la Escuela de Salud Pública del Imperial College, ha recalcado la importancia de ofrecer alimentos saludables en las comidas escolares para los niños. «Los comedores escolares son de vital importancia para garantizar que todos los niños tengan acceso a una comida nutritiva y asequible», ha declarado.
Tanto la doctora Parnham como el doctor Vamos han aludido a la necesidad de tomar medidas políticas urgentes que promuevan una alimentación saludable y garanticen la accesibilidad así como la calidad de las comidas escolares. Por otro lado, para mejorar la alimentación de los niños respecto a los almuerzos para llevar, Parnham ha añadido: «Si los padres quieren evitar los alimentos ultraprocesados, deben echar un vistazo a la lista de ingredientes. Si hay muchos ingredientes que no se pueden pronunciar o no se reconocen, entonces es ultraprocesado», ha explicado Parnham. El estudio ha sugerido también cambiar las bebidas gaseosas, los zumos de frutas y los yogures por agua como una medida económica y rentable.