Aumentan en España los diagnósticos de infecciones de transmisión sexual. En el Reino Unido el grupo poblacional a la cabeza sobrepasa los 50 años de edad
La alerta médica española se desata ante el aumento de las infecciones relacionadas con la salud sexual. La sífilis, los diagnósticos de gonococia y los infectados por la bacteria Chlamydia trachomatis, van en ascenso según datos del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III. Enfermedades que parecían relegadas al pasado vuelven a aparecer, como el linfogranuloma venéreo, muy frecuente en países tropicales y que se transmite a través de prácticas sexuales desprotegidas.
El sida viene a la mente cuando se habla de estos tipos de contagios, sin embargo, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la clamídia o la sífilis, entre otras muchas, pueden aparecer sin estar relacionadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humano (VIH).
En uno de sus boletines epidemiológicos, el Instituto de Salud Carlos III asegura que la sífilis es la infección de trasmisión sexual que más ha aumentado en España, duplicándose el número de casos diagnosticados en tan sólo seis años. La infección, que es trasmitida por vía sexual o vertical, puede causar muerte fetal en casos de mujeres embarazas e incrementa el riesgo de contraer o trasmitir el VIH. La sífilis, que en la mayoría de los casos es asintomática, está catalogada como infección y no como enfermedad y de ahí la importancia de realizarse pruebas si se realizan prácticas de riesgo.
En Reino Unido, según datos del National Health Service (NHS), el número de diagnósticos de sífilis -sigue siendo una de las infecciones de transmisión sexual menos frecuentes en el Reino Unido- creció en la última década, detectándose en Londres el brote más grande entre 2001 y 2004.
La infección por el virus del herpes también ha aumentado en España un 68% en dos años, mientras que en este periodo de tiempo las clamídias han crecido un 13% entre las mujeres, teniendo una mayor incidencia en este grupo de población. Esta última, la clamidia, es una de las infecciones más comunes en Reino Unido.
En estos momentos, la atención médica española se centra en la reaparición del denominado lindogranuloma venéreo (LGV), una infección crónica (prolongada) del sistema linfático causada por tres tipos diferentes de la bacteria Chlamydia trachomatis.
Las alarmas han saltado recientemente en Madrid y Barcelona al detectarse un brote de LGV que ya se había detectado en Ámsterdam en 2003. La infección se está diagnosticando en homosexuales portadores del VIH y otras ETS similares. En Londres, ya se han detectado 500 personas infectadas con esta cepa y en Berlín y Ámsterdam calculan un número similar.
Causas
La pérdida del miedo al contagio, los cambios de las conductas sociales, la escasa información sobre el conjunto de estas enfermedades y los flujos migratorios son algunas de las causas que han provocado este aumento de infecciones sexuales, según informa la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
Aunque las ETS o ITS están relacionadas con la adolescencia y la juventud, sobre todo ante las nuevas prácticas sexuales de las generaciones actuales, un artículo editorial de la Student British Medical Journal señala lo contrario. La doctora Rachel von Simson, del Hospital San Tomás de Londres, constata en esta publicación que «en los últimos diez 10 años los casos a partir de los 50 años se han duplicado en Reino Unido». La experta asegura que las personas que sobrepasan la edad media no se perciben como riesgo de ETS y este puede ser el motivo por el que no se realizan campañas específicas destinadas a la concienciación del uso del preservativo, sobre todo ya que más del 80% de la población entre 50 y 90 años confiesa ser sexualmente activo. Con apenas estudios en este campo poblacional y sin evidencia que argumenten los motivos del aumento de las ETS, es difícil elaborar estrategias eficaces que ayuden a controlar estas infecciones, señala la doctora, quien lanza el mensaje de que «nunca se es demasiado mayor para contraer una infección».