Es uno de los máximos exponentes del denominado Arte de la Telepresencia y aboga por la relación indisoluble entre tecnología y ser humano. El artista canadiense-mejicano Rafael Lozano Hemmer inauguró el pasado 26 de septiembre “Obra Sonora”, una exposición individual que mantendrá sus puertas abiertas hasta el próximo 1 de Noviembre en la Galería Carroll & Fletcher de Londres.
Aparecen cinco instalaciones, dos de ellas inéditas, en las que las obras interactúan con el espectador que, en algunos casos, las modifica. Una pared de pequeños altavoces situados en vertical recibe al visitante que, al acercarse, ve como se ilumina la etiqueta y empieza a escuchar diferentes himnos nacionales indistinguibles que se enlazan desordenadamente. Es “Pan-Anthem” (2014), una de las nuevas propuestas de Rafael Lozano en la que, una vez familiarizado con el sonido que provocan, se puede comprobar que los altavoces no están situados al azar sino que están colocados según la cantidad de aportación per capita en armamento del país.
En una sala interna se encuentra “Last Breath” (2012), un fuelle junto a un tubo de plástico que desemboca en una bolsa de papel que se hincha y contrae rítmicamente. Junto a este aparato se encuentra un vídeo en el que Omara Portuondo, cantante cubana de Buena Vista Social Club, espira aire con cariño en una bolsa. Esta máquina permite conservar la respiración de un individuo eternamente y está programada para hacer 10.000 respiraciones al día, que son las que normalmente hace un ser humano adulto, incluyendo 158 suspiros. Esta instalación permitirá, tras la muerte de la cantante, visitar su último aliento en el Museo Nacional de Música de la Habana.
En la sala central de la galería se encuentra “Voice Array” (2011), una instalación que necesita sistemáticamente del espectador para mantenerse viva. Consiste de 1.856 luces LED controladas por 928 canales de sonido independientes que crean una línea animada de 29 metros en la que se han registrado casi mil sonidos cortos de visitantes. Por medio del interruptor, se graba un sonido vocal que se repite varias veces hasta crear una ola que atraviesa toda la sala. En ese instante la voz que se acaba de registrar “elimina” una de las ya existentes para inserirse en esta orgía de locuciones, a la espera de una nueva entrada que actualice de nuevo esa marea.
“Sphere Packing” (2014) es la última obra que nos espera en la sala inferior de la galería donde se ven esferas de diferentes tamaños y materiales compuestas por pequeños altavoces de los que se desprende música clásica. Cada una de las bolas pertenece a un compositor y su tamaño y cantidad de orificios se corresponden con lo prolífico que fue el autor durante su carrera en cantidad de obras compuestas. Escuchando desde una cierta distancia, no se aprecia ni siquiera el sonido y a medida que se acerca el oído se permite individualizar cada una de las obras singularmente. Esta obra está inspirada en el compositor americano Charles Ives, que trabajó la simultaneidad como herramienta compositiva.
Rafael Lozano está exponiendo también en la Fundación Telefónica en Madrid hasta el 12 de Octubre. El 25 de este mismo mes inaugurará una escultura sonora especialmente realizada para el nuevo Information Age Gallery en el Science Museum de Londres, con carácter permanente.