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Latinoamérica celebró su duodécimo Carnaval del Pueblo en Londres

El número de asistentes osciló entre los 140 y 150 mil y participaron cerca de 200 vendedores de comida y artesanía, según datos de la organización
El pasado domingo 1 de agosto, la comunidad latina disfrutó en Londres de una colorida jornada festiva con gastronomía típica de su tierra y, sobre todo, mucha música y danza. Fue en el Carnaval del Pueblo, un evento que congregó a miles de latinoamericanos, pero también a decenas de españoles, británicos y personas de otras nacionalidades interesadas por la cultura del continente subcontinente al otro lado del charco.

 

El evento, que se prolongó durante todo el día hasta aproximadamente las 22:00 horas, tuvo lugar en Burgess Park, tras un desfile de carrozas que este año tenía como motivo principal la celebración del bicentenario de las independencias de varios países hispanohablantes.

 

El desfile dio comienzo en Elephant Road a las 12:00 horas y finalizó con la llegada de los grupos participantes al parque, cuando las agujas del reloj marcaban cerca de las tres de la tarde. Centenares de personas se amontonaban a ambos lados de la calle para dar paso a las 12 carrozas y 17 comparsas que completaban el desfile. El conjunto de todas ellas dio clara fe de la amplia diversidad de ritmos y danzas que conforman la cultura latina por las calles del sur de Londres, que estuvieron cortadas hasta bien entrada la tarde.

Escenario principal del evento

Una vez en el parque, la fiesta estaba asegurada para todos los grupos de edades, desde los más pequeños hasta los más mayores. Burgess Park estaba dividido en siete áreas de diversión: el escenario principal, el Unite para los más jóvenes, el espacio andino, el brasileño, el punto de encuentro ecuatoriano, el área de salsa y un espacio dedicado exclusivamente para los niños. Todo ello rodeado por puestos de comida que ofrecían una amplia oferta gastronómica de la mayoría de los países del centro y el sur de América.

Una fiesta con historia
El Carnaval del Pueblo es el mayor festival de la comunidad latina dentro de las fronteras europeas. Londres acoge este evento desde hace más de 10 años, cuando en 1999 se celebró por primera vez en la capital británica. El evento comienza habitualmente con un desfile de Carnaval y la fiesta continúa en Burgess Park, al sur de Londres. «El pueblo latinoamericano es conocido por su espíritu alegre y dicharachero, por eso los carnavales se han convertido en la forma ideal de representar sus costumbres, sus raíces y sus expresiones artísticas», señala la página web oficial del evento (www.carnavaldelpueblo.co.uk). A lo largo de su historia, el escenario principal del festival ha contado con un alto rango de artistas internacionales, como el Grupo Niche, Óscar de León, Willie Colon, Adalberto Santiago, Gilberto Santarosa, Henry Fiol, Lizandro Mesa y los Embajadores Vallenatos, entre otros. El Carnaval está patrocinado por el Council de Southwark, por la Alcaldia Mayor de Londres y por England Arts Council.

Según las cifras que maneja la página web oficial, el evento «atrae a más de 130.000 personas» cada año. Luis Mario Tasama, fundador-director del evento, ha estimado que, en comparación con el año pasado, la cifra de asistentes al evento de este año creció entre un 5 y un 10 por ciento, al llegar a oscilar entre los 140 mil y 150 mil asistentes. Tasama recalcó que la mayor participación de gente este año se ha debido al apoyo que los medios británicos dieron al evento.

Tal aglomeración de gente dificultó el encuentro entre los amigos que acudieron separados. «Nosotros estamos donde está la carpa morada, la tarima grande, la principal que tiene una punta grandísima. ¿La ubica?», hablaba uno de los asistentes por teléfono cuando apenas acaba de comenzar el día. Sin embargo, esto era aún posible hasta el mediodía. La cantidad de personas que fue congregándose conforme avanzaba la jornada provocó incluso que por la tarde las llamadas telefónicas fueran imposibles y los encuentros fortuitos.

No obstante, poco parecía importar. La familiaridad, propia del carácter latino, se percibía en el ambiente y, conocido o no, cualquiera se convertía en un perfecto compañero para bailar un momento. Y es que, a pesar de las áreas designadas, todo el parque se convirtió en una especie de gigante sala de baile y cualquier lugar era válido para marcarse un ritmo al son de la música de algún escenario cercano.

Escenario principal

En un área central del Burgess Park se situaba el escenario principal, donde se amontonaba la mayoría de los asistentes. A lo largo del día, se subieron a él numerosos grupos que deleitaron las añoranzas rítmicas de los latinos emigrantes de sus países.

El telón lo abrió «Paraguayan Society» a las 13:30 horas y, hasta aproximadamente las 21:30 horas, la música no cesó. Los hermanos Lebrón, el exitoso grupo del barrio neoyorquino de Brooklyn con raíces puertorriqueñas, fueron los encargados del cierre del Carnaval del Pueblo. Un amplio público esperaba durante todo el día su actuación en este tablado. Los Lebrón no defraudaron e hicieron sonar algunos de sus grandes éxitos.

Este grupo de salsa lleva décadas en la escena musical y son muchos los que los reconocen como una de las bandas más grandes de América Latina. Comenzaron a finales de los años 60 y su éxito mundial llegó en los 70 con el clásico tema «Salsa y control». Desde entonces, han grabado más de una docena de discos y no han parado de cosechar éxitos.

Entre «Paraguayan Society» y «Los Hermanos Lebrón», más de una decena de grupos de diferentes nacionalidades latinas se subieron a este escenario. Entre otros, «Yuruparí», «Carlos Paul», «Tunguragua», «Youth Mariachi Mexteca»… Además, el alcalde de Southwark, Tayo Situ, y Simon Hughes dieron también aquí el discurso de bienvenida.

Pero no sólo al escenario principal se subieron grandes artistas. El resto de áreas contó también con excelentes grupos que, al igual que ocurrió durante el desfile, hicieron gala de la diversidad musical que se halla en la cultura latinoamericana.

Paraíso gastronómico

La riqueza cultural se mostró en todos los ámbitos y el gastronómico no lo fue menos. Los asistentes pudieron disfrutar de una amplia oferta de suculentos platos elaborados a través de las recetas más tradicionales de cada país, lo que convirtió en una difícil decisión elegir el menú del día.

Yucas, mazorcas de maíz, fritada, pollo al chorizo, arepas y cocos y zumos de frutas naturales para refrescarse eran algunos de los productos que podían encontrarse. La mayoría de los países latinoamericanos tenían al menos un puesto de comida típica de su país. Durante todo el día participaron cerca de 200 vendedores de comida y artesanía, según cifras proporcionadas por Tasama.

Incluso la gastronomía española estuvo presente en el evento, con grandes paellas, y los churros, además, fueron la elección de muchos para el postre. Prueba de ello lo eran las largas colas que se formaron alrededor de los puestos en los que se vendían. Aun así, la comunidad latina se inclinó por la gastronomía propia de su país y en los puestos se rodeaban de paisanos.

Al pasar por un stand de comida de Ecuador, una de las asistentes expresaba emocionada: «¡Hay tamales!». La amiga que la acompañaba le preguntó en un español con un marcado acento británico que qué eran. Tras indicarle que se trataba de «una especie de masita envuelta en hojas» de mazorca, terminó su explicación con una contundente frase, «no son muy dietéticos, pero están deliciosos». La gente improvisaba el merendero en cualquier parte del parque en la que encontraba un sitio para ubicarse. Mantas, toallas, incluso hamacas y pequeñas tiendas de campañas para los niños, hicieron las veces de mobiliario de comedor.

Participantes en el desfile bailando

Bicentenario

Uno de los motivos principales que El Carnaval del Pueblo 2010 buscó remarcar en su duodécima edición fue la celebración del bicentenario que celebran este año países como México, Colombia, Ecuador y Venezuela. «Creo que fue una gran oportunidad porque 200 años es una cifra importantísima para la independencia de un país», expresó el fundador-director del evento.

Tasama además mostró su clara satisfacción con el desarrollo del evento. «Para nosotros fue un buen año, no hubo acontecimientos lamentables como peleas, en un evento de casi 150 mil personas es rarísimo. No hubo un herido, explosiones. No hubo nada de esas cosas, era solo gente contenta que fue a disfrutar. Fue un balance muy positivo».

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