La cadena de supermercados Lidl retirará de los frontales de sus cajas los snacks, en sus establecimientos del Reino Unido. Este espacio será ocupado en su lugar por otro tipo de alimentos mucho más beneficiosos para una buena dieta alimenticia. Así, frutos, zumos o galletas de avena son los escogidos para situarse en ese lugar privilegiado de las tiendas de esta empresa.
Lidl llevó a cabo, antes de la aplicación de la medida, una prueba para comprobar el efecto que tenía esta iniciativa en los beneficios. La prueba evidenció que no se registraba una reducción en las ventas y, por tanto, tampoco en las ganacias.
De este modo, los productos serán retirados del la zona más visible cuando se está haciendo cola para pagar y en donde se permanece más tiempo quieto en el supermercado. Es también el lugar propicio para comprar algo a última hora sin pensar, y además punto en el que a menudo surgen conflictos con los niños, quiénes suelen demandar la adquisición de este tipo de productos.
Esta medida está ligada a un problema de salud que afecta a niños del Reino Unido, la obesidad infantil. El pasado año, la revista ‘The New England Journal of Medicine’ (NEJM), calificaba medidas como esta como adecuadas para atajar esta cuestión. Y será, con seguridad, una iniciativa bien acogida por doctores, dentistas y dietistas.
La intención de la cadena es esperar a ver cómo funciona la medida en Inglaterra, Gales y Escocia antes de dar un paso similar en otros países.