El Gobierno británico apuesta por la inversión en «Ciudades Tecnológicas». Se trata de conglomerados de empresas de un mismo sector cuyo fin es el de promover la industria de la tecnología.
El ejemplo más claro se encuentra en Estados Unidos con su Silicon Valley. En el Reino Unido existe uno parecido, aunque en menor grado, en el corazón de la capital británica. Conocido con el nombre de Silicon Roundabout, esta «ciudad dentro de la ciudad» cuenta entre sus promotores con Google.
Este gigante de los buscadores tiene su propio campus en Londres, una contribución de la firma al centro tecnológico.
El recinto tiene, a su vez, una cafetería muy especial, que incita a la relajación con juegos de luces y elementos zen. «Vamos a añadir algunos muebles de yoga y la gente podrá simplemente sentarse aquí y dedicarse a programar, así como mantener una tranquila videoconferencia», afirma uno de los miembros de la compañía, Eze Vidra.
Desde el Gobierno británico se muestran tan entusiasmados con la idea que incluso han incentivado el crecimiento de esta Ciudad Tecnológica, extendiéndola hacia el Parque Olímpico.
«El conglomerado es muy importante porque es bastante difícil como humanos, incluso con las mejores herramientas tecnológicas, lograr una comunicación cara a cara creíble», declara el jefe ejecutivo del gobierno de Reino Unido para el desarrollo de inversiones en ciudades tecnológicas, Eric Van der Kleij. Según él, al atraer a emprendedores experimentados, así como nuevos inversores y empresas, los techhubs podrían incrementar el volumen de negocio.
Cambridge tampoco se queda atrás. Una de las ciudades universitarias por excelencia en el Reino Unido, contiene, en un área conocida como Silicon Fen, la compañía ARM Holdings, dedicada a diseñar microprocesadores usados en smartphones y tabletas.
En el norte de Irlanda, por el contrario, apuestan por los negocios pequeños. Así, Emerald Valley resurge sin subvenciones directas del Estado. Lo que intentan es generar un centro tecnológico que produzca 30.000 puestos de trabajo.