Se ha inaugurado en Trafalgar Square la réplica del Arco del Triunfo de Palmira después de que fuera derribado por los militantes del Estado Islámico en Siria el pasado mes de octubre. Ha sido un momento «emotivo» y un «poderoso mensaje» según la directora del proyecto, Alexis Karenowska. Y es que ver esta significativa estructura de mármol, con una altura de más de 6 metros y que pesa alrededor de las 11 toneladas, en pleno centro de Londres no puede dejar indiferente a nadie.
Hasta el próximo jueves 21 de abril la reproducción estará expuesta al público en la capital inglesa y, seguidamente, se trasladará a Dubai, Nueva York y, por último, al lugar de origen muy cerca de donde fue derruido en Siria. Cabe destacar que el arco está edificado a partir de un exhaustivo estudio de fotografías 3D recogidas por el Instituto de Arqueología Digital (AIF) para conseguir la forma idéntica a la original.
Karenowska ha declarado también que «Londres es el lugar perfecto para esto. Es una ciudad neo-clásica, sus principales edificios, museos y galerías están en ese estilo. Cuando se ve el arco junto a las columnas de la National Gallery y la columna de Nelson no se puede dejar de apreciar los claros vínculos entre el Medio Oriente y el Occidente».
«Es un mensaje de sensibilización en el mundo. Tenemos herencia común. Nuestra herencia es universal. No es sólo para la gente de Siria«. Ha dicho Maamoun Abdulkarim, director general de antigüedades y museos de Siria acerca del monumento que honorifica al de más de 1.800 años de antigüedad. Por su parte, el alcalde Boris Johnson ha declarado que el hecho de traer la construcción a Londres es «un soporte» contra la violencia del grupo terrorista.
Un monumento con mucha historia
El Arco del Triunfo había sido construido entre 193 y 211 d. C. durante la época Romana, bajo el mandato dl emperador romano Septimio Severo, cuando la ciudad era una de las colonias más ricas de Roma. En 1980 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y el 20 de junio de 2013 se incluyó a todos los sitios arqueológicos sirios en la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro, para alertar sobre los riesgos a que estaban expuestos debido a la Guerra civil siria. En octubre del pasado año 2015 fue destruido por el Estado Islámico.