Recientemente Reino Unido ha sido elegido como el mejor país para morir por The Economist Intelligence Unit, aunque eso no quiere decir que su capital lo sea. De hecho y según la opinión pública, parece ser que Londres dista mucho de ser un buen lugar para «descansar en paz».
A diferencia de otras ciudades del país, la capital no dispone de los servicios que un enfermo terminal necesita. El 70% de los hospitales londinenses no dispone del material adecuado para cuidar a un paciente que esté muriendo. Son muchas las personas que prefieren pasar sus últimos días en casa, en concreto en Londres un 63%. Por desgracia y con el material y personal disponible sólo un 37% puede cumplir su deseo, siendo este el peor porcentaje de todo el país.
El comité de salud de la London Assembly está investigando y debatiendo a fondo el asunto, que es de vital importancia en el seno de la cultura inglesa. El cuidado de las personas que están a punto de fallecer es un tema serio para los ingleses, con las conocidas Hospices (casas-hospitales especializadas en enfermos terminales), como una de las opciones más recurridas.
Con una población en continuo aumento y el ajetreo de esta ciudad que «nunca duerme»…¿Se estarán olvidando de prestar atención y cuidado a las personas que están viviendo sus últimos días?