Un empleado de la Oficina para la Regulación Nuclear (ONR) perdió un pen drive con información confidencial relativa a la central atómica de Hartlepool, cuando se encontraba en la India en unas conferencias. Así lo publicó ayer el diario inglés The Sun.
Un portavoz de la ONR confirmaba la pérdida de la memoria USB, pero afirmaba que no contenía información «sensible» para la seguridad del país. Desde la BBC se avisaba del riesgo que podría suponer que el dispositivo de almacenaje fuese encontrado por terroristas.
«En realidad, todos los datos eran ya de dominio público, puesto que forman parte de la información que los titulares de las centrales nucleares se comprometieron a publicar tras las pruebas de estrés», afirman fuentes de ONR. Estas pruebas se refieren a los exámenes que se hacen en las centrales nucleares para comprobar el nivel de resistencia de las mismas, tras la catástrofe que ocurrió en Fukushima. Los resultados de estos tests fueron publicados en la página web del Grupo Europeo de Reguladores de Seguridad Nuclear (ENSREG).
Mientras que desde el periódico The Sun alertan del peligro que esto supone para el país, el organismo estatal resta importancia al asunto. «El uso de memorias USB sin encriptar no está permitido por la ONR para transportar documentos con una clasificación de seguridad», insiste el portavoz.
Sin embargo, desde el partido laborista reclaman una explicación y se muestran escépticos ante la despreocupación del Gobierno británico. «La seguridad de la industria nuclear en Reino Unido es de suma importancia. Resulta extremadamente inquietante que información sobre una planta de energía nuclear haya sido extraviada en el extranjero», exclama la secretaria de Energía y Cambio Climático, Caroline Flint.
El incidente se produce en un momento en que el primer ministro británico, David Cameron, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, mantienen una reunión en París en la que se trata el tema de la colaboración de los países en materia de desarrollo de energía nuclear civil.