Según un estudio, el 40% de los inquilinos londinenses que se mudaron el año pasado decidieron hacerlo fuera de la capital británica. Estos datos muestran que se trata del mayor éxodo que se produce en diez años y más del doble de los ciudadanos que se marcharon en 2012.
Los alquileres en Londres han alcanzado un máximo histórico situando el alquiler medio mensual pagado por una vivienda en Greater London en 2.141 libras, en enero.
Esto ha hecho que 90.370 personas decidieran abandonar Londres y optar por condados cercanos como Kent, Essex, Hertfordshire y Surrey. También fueron elegidos Tandridge, Epping Forest, Sevenoaks y Broxbourne. Además, en 2022, el 38% de los que se mudaron se trasladaron a las Midlands o al norte, en comparación con el 27% que lo hizo en 2019.
En cuanto a los propietarios, el año pasado se mudaron 62.210. En 2021 el dato sorprendió, ya que por primera vez en diez años se fueron más propietarios que inquilinos de la capital británica.
Los inquilinos de Londres buscan opciones más baratas
Sin embargo, Aneisha Beveridge, jefa de investigación de la agencia inmobiliaria Hamptons, dijo: «Como las generaciones más jóvenes tienen menos probabilidades de poseer una vivienda en propiedad, es cada vez más probable que los que se marchen sean inquilinos en lugar de propietarios».
A lo que añadió: «La rápida recuperación de los alquileres en Londres durante el último año ha dejado un número récord de inquilinos buscando opciones más baratas».
Además, manifestó en cuanto a las personas que se mudan de la ciudad, que es posible que tengan alrededor de treinta años, busquen más espacio y quieran una mejor calidad de vida, ya que el teletrabajo adoptado en la pandemia ha hecho que muchos empleados puedan trabajar desde su casa sin necesidad de acudir a la oficina.
Esta situación se prevé que vaya en aumento conforme los precios de los alquileres sigan subiendo, así lo manifestaba Beveridge: «Los alquileres muestran pocos signos de desviarse de su trayectoria ascendente».
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