El British Museum recoge en una exposición cien obras creadas por el pintor malagueño entre 1930 y 1937
«¡Ay, Pablo Ruíz, qué travieso! / Corazón de plastilina, / la vida te tira un beso, / la gracia te da propina.» Así retrata a Picasso (1881-1973) el cantautor portuense Javier Ruibal en su canción De Málaga, malagueñito. El artista andaluz pintó más de dos mil obras. Ahora, cien de sus grabados, que pintó para la Suite Vollard, están en Londres. La exposición, titulada Picasso Prints: The Vollard Suite, se encuentra en el British Museum y podrá visitarse hasta el próximo 2 de septiembre. Es la primera vez que se exhibe una muestra completa de cuadros del pintor malagueño en una institución pública británica.
Picasso Prints: The Vollard Suite recoge obras creadas por el artista andaluz entre 1930 y 1937. Pertenecientes a una de sus épocas parisinas, las pinturas tratan temas como el amor, la relación hombre-animal, las figuras mitológicas (sobre todo el minotauro) o la temática predominante, el estudio del escultor, que conforman un total de 46 grabados. Así, la exposición se divide en un total de nueve salas: Beginnings, The Sculptor’s Studio, The Battle of Love, Reflection and Repose, Picasso and Ingres, Picasso and Rembrandt, The Minotaur, Picasso and Goya y The Blind Minotaur.
Gracias a Ambroise Vollard, Picasso realizó en 1901 su primera exposición en París. A partir de entonces, la buena relación entre el pintor y el galerista propició otras muestras pictóricas y dio lugar a la Suite Vollard, que lejos de ser un encargo del marchante francés, fue más bien un intercambio amistoso y comercial. La amistad entre ambos era tal que el malagueño realizó hasta tres retratos de Vollard, que se pueden ver en esta exposición.
Durante la creación de estas obras, Picasso mantiene una apasionada relación sentimental con Marie-Thérèse Walter. Es precisamente este affaire entre el pintor y su musa lo que da como fruto muchos de los grabados de la colección. Los rasgos clásicos de la francesa inspiran al malagueño en la mayoría de los retratos femeninos que aparecen en The Battle of Love o The Sculptor’s Studio.
La amistad entre ambos era
tal que el malagueño realizó
hasta tres retratos de Vollard,
que se pueden ver en esta
exposición
Desde el amor hasta el dolor,
desde el erotismo hasta la muerte, Picasso Prints: The Vollard Suite es un viaje sensorial que no deja indiferente al espectador
La figura del minotauro
Otro de los temas recurrentes en las obras del artista es el minotauro. Bacchic scene with a Minotaur, Minotaur with a goblet in his hand and a young woman o Minotaur caressing a woman, son una buena muestra de la obsesión de Picasso por esta figura mitológica. También el caballo y el toro, o la lucha y la relación entre el hombre y el animal, están muy presentes en sus creaciones. Tal es así que representa en varios de sus cuadros algunas escenas de corridas taurinas (Picasso and Goya).
También puede apreciarse el fuerte compromiso político de Picasso en varias de sus pinturas que tratan el espinoso asunto de la Guerra Civil Española. En Dream and Lie of Franco (plate 1 and 2), el malagueño caricaturiza la figura del dictador, al que representa como un militar obsceno, pequeño y con aires folclóricos. La primera parte de esta obra se centra más en satirizar al caudillo y la segunda, más dramática, muestra los horrores de la guerra. Además, en este último cuadro se aprecian ya pinceladas del dolor que posteriormente el genio de Málaga retrataría tan magistralmente en la que posiblemente sea su obra culmen, El Guernica.
Desde el amor hasta el dolor, desde el erotismo hasta la muerte, de la alegría a la tragedia, Picasso Prints: The Vollard Suite es un viaje sensorial cargado de emociones que no deja indiferente al espectador. El universo creativo del artista español, ese que «cuando pinta un vaso, el agua la pone afuera» o el que «sin ningún miramiento / ha retratao a su abuela, / un ojo tuerce pa dentro / y el otro pa donde quieras», como canta Ruibal, tiene cabida en una exposición única, una colección privada, y perenne, porque caduca el 2 de septiembre.
Pero hasta entonces queda tiempo para acercarse al Museo Británico y deleitarse con la obra de un «malagueñito» que, citando de nuevo a Ruibal, «nunca fue pobre ni señorito», pero sí un genio del pincel, un «divino impertinente» que nadaba como nadie en las aguas del surrealismo. El que «siempre será Pablito, aunque le llamen Picasso».
Un joven escultor en el trabajo; plate 46 de Vollard Suite. 23 March 1933. Grabado. Presentado por el Hamish Parker Charitable en la memoria del Major Horace Parker. / Pablo Picasso (1881-1973). ©Succession Picasso/DACS 2011. Minotauro ciego guiado por una niña (que se asemeja a Marie-Thérèse), con una paloma en una noche estrellada; plate 97 de Vollard Suite (VS 97). 3-7 diciembre y 31 diciembre 1934. Aguatinta con rascador. / Pablo Picasso (1881 – 1973). © Sucesión Picasso / DACS 2011.