Los ocho grandes bancos españoles superaron con éxito la prueba de solvencia a la que se vieron sometidas 91 entidades financieras europeas el pasado 23 de julio. El examen, impulsado por la UE y supervisado por el Banco de España con el fin de insuflar confianza en las economías de la Unión, situó al Santander y al BBVA entre los tres primeros solo superados por el inglés Barclays Bank. El conocido test del estrés (del inglés stress test) consiste en ver sobre el papel cómo se desenvolverían las distintas instituciones crediticias en las condiciones de mercado más adversas, incluyendo una crisis de riesgo soberano, es decir, el peor de los escenarios.
Para España, en donde se escrutó el 95 por ciento de las entidades cuando solo era obligatorio un 50 por ciento, el análisis se realizó bajo una hipotética condición extrema en la que el mercado inmobiliario caía un 35 por ciento en 2010 y 30 por ciento en un 2011 mientras que, otros países como Reino Unido, contemplaron un descenso de los precios de tan solo un 10 por ciento.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, se mostró confiado en el sistema financiero español y destacó que las pruebas de solvencia, basadas en un escenario altamente improbable, han confirmado la solidez del sector bancario del país.
En cuanto a Reino Unido, solo cuatro instituciones se sometieron a examen y las cuatro aprobaron: Barclays, HSBC, Lloyds y RBS. Sin embargo, en los medios británicos se restó importancia al test y se comentó que apenas había tenido impacto en los mercados y en la moneda euro. Incluso algunos expertos señalaron que, en una semana, nadie se acordaría del test y el mercado bursátil se centraría únicamente en las ganancias temporales y los datos económicos.
El suspenso se lo llevaron siete instituciones, entre ellas cinco grupos cajas españolas, Diada, Espiga, Banca Civica, Unnim y Cajasur, el alemán Hypo Real Estate y el griego ATEbank.