El Sindicato de bomberos del Reino Unido (FBU por sus siglas en inglés) afirma que 32.500 de sus miembros, incluido el personal de la sala de control, votarán en medio de un «enorme enfado» por la disminución de los salarios. El sindicato dijo que la medida se había tomado después de una oferta salarial del 2% en junio, que no se había incrementado a pesar de la creciente tasa de inflación, lo que representaba un importante recorte salarial en términos reales.
El anuncio se hizo horas antes de que la Primera ministra británica, Liz Truss, tomara posesión de su cargo, y siguió a una oleada de huelgas de este verano de trabajadores de otros sectores, como del ferroviario, del metro y autobuses de Londres o del servicio de recogida de basuras. Se espera que la votación se celebre dentro de cinco semanas por decenas de miles de bomberos y personal de las salas de control de todo Reino Unido.
El secretario general de la FBU, Matt Wrack, dijo: «La huelga es siempre el último recurso, pero nuestros empleadores no nos dejan otra opción. Los bomberos están muy enfadados por el descenso de los salarios. Los bomberos deben recibir una remuneración justa, no hay ninguna duda al respecto. Es responsabilidad de los empleadores de los servicios de bomberos ofrecer ofertas salariales decentes y eso no ha sucedido».
Todavía hay posibilidad de evitar la huelga
Wrack añadió que ahora era decisión de los empresarios de los servicios de bomberos evitar la huelga o no, puesto que todavía están a tiempo de otorgar una oferta salarial mucho mejor para que la consideren los miembros del sindicato. Hace mucho tiempo que los bomberos no lanzaban una campaña de acción industrial o, al menos, no se lo planteaban. Las últimas fueron la huelga por las pensiones hace casi una década y una larga huelga por los salarios hace casi 20 años.
