En el patio del museo Somerset House de Londres la gente camina en círculos alrededor de una alfombra de 10.000 narcisos de arcilla. Se trata de Out of Sync, la última obra del artista chileno Fernando Casasempere (Santiago de Chile, 1958), quién estudió cerámica y escultura en Barcelona en los años 80. El trabajo de Casasempere, que viajará al desierto de Atacama, pone el énfasis en la relación del hombre con la naturaleza. Ambos caminamos entre los narcisos mientras hablamos de su obra. «Me siento como un niño caminado sobre su propio dibujo», reconoce.
¿Qué fue lo que le acercó a la escultura?
Los 10.000 narcisos de arcilla serán anclados al suelo en el desierto de Atacama. /Gabriel Fraga de Cal.Yo creo que llegó sin darme cuenta, de un modo natural. Ya cuando estaba en el colegio mostré un gran interés por lo tridimensional. Me interesaba y me interesa mucho la arcilla, por considerarlo un material netamente americano. El arte chileno es a la europea, sin embargo nosotros no tenemos nada que ver con el mármol de Carrara o los movimientos franceses. Mi intención ha sido desde un principio conectarme con la raíz de mi continente. Las formas y los colores que se desarrollaron en el arte precolombino son únicas, y es ahí donde yo me quiero anclar. Para mi no se trata de una relación de tipo chovinista o romántica con el
Las flores vistas desde otra perspectiva. / Gabriel Fraga de Cal.arte prehispánico, lo que realmente me interesa es el material y sus características. Piensa que la arcilla no tiene brillo, y mi obra se basa enteramente en esta textura y los colores mate.
He leído que cuando vino a Londres en 1997 se trajo doce toneladas de material escultórico de Chile, concretamente residuos industriales.
No exactamente. En mi búsqueda por el lenguaje, el color, y la textura me doy cuenta de que hay un material enorme por explorar, que son todos los residuos industriales. No es que yo me traiga los residuos, yo mezclo los residuos con las arcillas en una forma de buscar soluciones. Fue entonces cuando decidí traerme el material de Chile. El primer envío fue de doce toneladas, el segundo diecisiete y más tarde veintidós, pero este material ya venía trabajado previamente por mí.
Y en el caso de su última obra Out of Sync, ¿son también arcillas chilenas?
No, a partir de 2005 empiezo a trabajar con arcillas inglesas. Out of Sync es una muestra hecha a partir de arcillas inglesas y relave o residuos industriales que yo he traído.
¿Por qué se decantó por Londres?
En los años 90 yo ya había conseguido muchas cosas en Chile y necesitaba un nuevo reto. Quería un país de habla inglesa que me ofreciese un desafío, un lugar situado en el centro mundial de la información y la comunicación. Creo que hubiese sido más fácil triunfar en Estados Unidos, por la fuerte conexión que hay con Latinoamérica. Mi intención es hacer arte universal, y creí que la mejor manera de hacerlo era desde Europa. Además, la tradición escultórica del siglo XX es inglesa y en este país la arcilla es un elemento artístico de primer nivel.
Out of Sync es una instalación de 10.000 narcisos, ¿por qué narcisos y por qué 10.000?
Necesitaba un número bonito, cerrado. Ésta es una cantidad que me permitía jugar a la hora del montaje. Lo encuentro un número bello, incluso a la hora de escribirlo. ¿Por qué Out of Sync y por qué narcisos? Los narcisos son el primer signo de que viene la primavera, sin embargo estamos en un momento en el que el cambio estacional no es tan claro. De alguna manera mi intención es poner el énfasis en el problema medioambiental. Out of Sync quiere decir fuera de lugar, de contexto; piensa por un momento que estos narcisos están hechos de residuos industriales.
Después de Londres Out of Sync viajará a Chile, ¿no es un largo viaje para 10.000 narcisos?
Desde el Somerset House me ofrecieron la posibilidad de seguir promoviendo la obra, de venderla, pero yo quería regalarla a mi país. Desde 1997 solamente he podido exponer una obra en Chile, y para mí era importante donarla a mí país.
Out of Sync será expuesta de modo permanente en el desierto de Atacama, ¿qué destino les espera en el desierto?
Al contrario que en la Somerset House, en Atacama los narcisos se anclarán al suelo con cemento, quedarán fijos y no se podrán arrancar. Los colores y formas de mi trabajo vienen del paisaje chileno; yo siempre he tratado de mezclar mi escultura en el paisaje, no imponerla. Creo que ésta es la manera en que debemos relacionarnos hoy con la naturaleza: caminar juntos y no segur conquistándola. Creo que se va a mezclar muy bien con los colores del desierto, al ser un lugar tan árido, no existen flores en esta parte de Chile.
Usted es un artista abstracto, sin embargo esta última obra tiene un corte figurativo, el significado parece estar más a la vista del público de a pie.
Verás, el material y el discurso es el mismo. Yo sí soy un escultor abstracto, pero en mi obra, además de la arcilla, hay un claro denominador común: la transformación. En el caso de Out of Sync, si aislamos la flor, nos quedamos con un elemento abstracto. Antes de haber terminado la obra, cuando la gente venía a mi taller y sujetaban la flor sin el tallo, no tenía ni idea de qué era aquello. Sólo al añadirle el tallo la flor es reconocible, por lo tanto la abstracción se mantiene.
Al observar su trabajo me hace pensar que usted, además de escultor, es geólogo y ecologista.
Soy un hombre del siglo XXI con conciencia ecológica. Hoy los seres humanos somos capaces de desviar el curso de los ríos, frenar la fuerza del mar con represas, etc. En resumen, somos capaces de transformar el planeta. De la misma manera, antes de la llegada de mis narcisos, no había nada en el patio del Somerset House. El césped sobre el que están los 10.000 narcisos es parte de la obra, es artificial. La trasformación es un proceso que me apasiona y que se ve reflejado en mi obra. La arcilla, como elemento natural y artístico, es también el resultado de la transformación. Es ese sentido sí me siento de alguna manera geólogo. Es imposible no conectarse con el planeta cuando trabajas con arcilla.