Segunda noche de altercados en Londres con asaltos a varias tiendas en las zonas periféricas de la capital británica. Un centenar de personas han sido detenidas
La noche del sábado Tottenham se convirtió en un verdadero infierno. Edificios y vehículos en llamas, un autobús de dos plantas calcinado y saqueos a comercios son las imagenes que presentaban algunas zonas de Londres. Calificada como uno de los peores desórdenes en la ciudad en años, los manifestantes y la policía propinaban un intercambio de violencia que no dejaba indiferente a nadie. La policía arremetía contra la incontrolada masa humana que lanzaba cócteles molotov y cometía hurtos en tiendas, previa rotura de escaparates con el lanzamiento de piedras y otros objetos. Esta reacción fue la repulsa de un grupo de jóvenes contra la muerte de Mark Duggan a causa de los disparos de un agente de Scotland Yard, que sin la menor explicación propició dos tiros directos contra el joven. Ahora se ha abierto una investigación para esclarecer las causas de este accidente mortal, pero la sociedad salió a la calle de forma incontrolada arremetiendo contra todo agente de seguridad.
Ayer la noche no fue más tranquila, eso sí, no se repitieron las impresionantes imágenes de edificios en llamas como en Tottenham, pero sí se volvió a ver escenas de violencia y de robos, pero en zonas diferentes de la ciudad. Tiendas de electrodomésticos, entre otras, de Enfield (Norte), Walthamstow (Este), Brixton (Sur) o en Oxford Circus (Centro) fueron el objetivo de los actos vandálicos.
El balance de la noche se saldó con ‘un centenar de detenciones’, ‘nueve agentes heridos’, cifras diferentes a las computadas el sábado en Tottenham, según informa el periódico español El País.