Mucha lluvia, pocos días de sol, crisis y recortes. Reino Unido no parece llevarse todas las papeletas para ser denominado como un país feliz en estos momentos. Sin embargo, recientes estudios demuestran lo contrario
A pesar de que la economía del país esté luchando por salir a flote, los precios aumenten, se intenten introducir recortes y parezca que no haya nada por lo que sonreír, los habitantes del Reino Unido son, al parecer, más felices que el resto de sus compañeros europeos. Ha sido la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) la que ha llevado a cabo tal estudio y las cifras resultantes aparecen en el Better Life Index. Los resultados se han obtenido comparando aspectos como el trabajo, la casa, la salud, la educación, la criminalidad y el medio ambiente entre otros.
Los datos demuestran que en la última década el número de británicos satisfechos con sus vidas se ha elevado de un 68% a un 79%. A pesar de eso, el país aún sigue por detrás en el ranking con respecto a Dinamarca, el país más feliz, Canadá y Noruega.
Además, al parecer, en el Reino Unido se trabajan menos horas y se gana más dinero en comparación con otros países vecinos. En cambio, también se ha descubierto que la esperanza de vida es menor rondando los 79,9 años de media. En España, por ejemplo, se sitúa en 81,2.
Ya desde el mes de noviembre del pasado año el primer ministro británico, David Cameron, había anunciado planes para medir el ánimo de la población señalando que la oficina de estadísticas, la cual mide áreas como el crecimiento económico, el desempleo y la tasa de delitos y deja de lado otros sujetos como el bienestar de la población, debería también analizar datos para conseguir el Índice de Felicidad Nacional, el llamado Happy Planet Index.
En España, sin embargo, 7 de cada 10 ciudadanos se declara feliz a pesar de la crisis, según demuestran los resultados de un estudio realizado por el Instituto Coca Cola de la Felicidad con la consultora MilwardBrown a más de 1.000 encuestados a finales de 2010. Las personas que participaron afirmaron ser más felices cuando tratan de encontrar un equilibrio entre gastos y necesidades.