En los últimos años, se ha desarrollado una nueva modalidad de turismo que los entendidos llaman Haikyo. El vocablo es procedente del japonés y significa ‘ruina’. La práctica consiste en visitar lugares antes llenos de vida y que, por diversas circunstancias, quedaron en desuso y por tanto privados de presencia humana, tales como hospitales, parques de atracciones o recintos militares. Como ocurre en otros países, en el Reino Unido disponemos de algunos puntos que los amantes de esta modalidad considerarán irresistibles. Hoy desde EL IBÉRICO os traemos una lista exhaustiva de lugares abandonados que podéis visitar:
Lugares abandonados que debes visitar en Reino Unido
1 – La Aldea fantasma de Tyneham, al sur de Inglaterra
En la costa sur de Inglaterra, dentro de la conocida campaña de Dorset, está ubicada en la aldea fantasma de Tyneham. Habitada desde hace siglos, este fue en su momento un lugar idílico y bucólico donde vivieron algo más de 200 personas rodeadas de campos de cultivo y de pastos para el ganado ovino y vacuno. Y la vida de sus habitantes transcurría sin muchos sobresaltos hasta la Navidad de 1943, cuando todos ellos debieron abandonarlo por orden del Gobierno británico.
La proximidad a los campos de tiro de Lulworth hizo que se estableciera el pueblo como campo de entrenamiento de las fuerzas aliadas. La previsión inicial fue que la aldea fuera desalojada hasta el final del conflicto, pero por diversas razones sus habitantes no volvieron jamás al mismo.
La población cayó en el olvido hasta los años 70, cuando el Gobierno británico decidió llevar a cabo una restauración parcial del mismo y convertirlo en una atracción turística. Sólo la Iglesia y la escuela permanecen intactas, convertidas ahora en museos. Hoy día puede visitarse durante los fines de semana y en todo agosto. Allí se puede pasear por sus calles y hacerse una idea de cómo era la vida décadas atrás, viendo los paneles con fotos descoloridas que están repartidas por sus calles.
2 – Fortalezas Marinas Maunsell (Red Sands Fort), Inglaterra
Más allá del Gran Londres, en el estuario del río Támesis, encontramos una serie de fortalezas marinas bautizadas como Maunsell, en honor a su diseñador. Se construyeron durante la II Guerra Mundial como herramienta defensiva, y sólo se utilizaron durante unos pocos años.
Tras ser abandonadas por el ejército tuvieron varios usos, desde ser puntos donde la Autoridad Portuaria de Londres colocó equipos para la monitorización de vientos y mareas, hasta improvisados estudios donde varias emisoras piratas retransmitían sus programas. Se llegó a considerar la demolición de las mismas, pero el elevado coste de la operación unido a una iniciativa ciudadana que buscaba preservarlas lo evitó, y hoy en día pueden ser visitadas tras un corto trayecto en barco.
3 – El Castillo de Eilean Donan, Escocia
Las Highlands ofrecen los paisajes más espectaculares de todo Reino Unido, con una orografía que hace que Escocia sea única. En mitad de ese lugar que nos recordará a escenas de películas como ‘Braveheart’, ‘Los Inmortales’ o ‘Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locas aventuras’ de los Monty Python está la isla de Eilean Donan donde se encuentra un espectacular castillo.
El castillo comenzó a construirse en 1.220 por orden de Alejandro II de Escocia. En 1719 fue ocupado por una expedición española, que buscaba apoyar a los escoceses en una rebelión contra la corona inglesa, quedando arrasado tras una serie de ataques. Quedó abandonado y en ruinas hasta que fue restaurado entre 1912 y 1932 por el teniente coronel John MacRae-Gilstrap. Hoy día el castillo está abandonado y sólo puede visitarse pagando una entrada. Se puede acceder al mismo a través del estrecho puente que lo une a la orilla del lago en el que se ubica la isla o bien en barco.
4 – Hospital militar de Cambridge
Asentado en lo alto de la colina Gun Hill, en Aldershot Garrison, se encuentra el conocido como Hospital militar de Cambridge, que fue inaugurado en 1879. El hospital sirvió en un principio para el tratamiento de enfermos mentales y personas con enfermedades altamente infecciosas. También para atender a víctimas de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Tuvo el honor de ser el primer hospital del país donde se realizó una operación de cirugía plástica.
El hospital acabó clausurándose en 1996, no tan sólo por su alto coste de funcionamiento sino por su insalubridad, dado que se encontraron restos de amianto en sus paredes. Desde entonces se ha convertido en un lugar que sólo los más intrépidos se animan a visitar y donde circulan leyendas urbanas que aseguran haber visto los espectros de antiguos internos.
