La explotación agrícola Der Gärtnerhof situada en Uelzen, sospechosa de haber originado la ola infecciosa que ha provocado la muerte de 22 personas y más de 2000 infectados, parece ser que no es la originaria de la cepa de E.coli enterohemorrñágicas (EHEC) O104:H4, ya que los análisis de los laboratorios del ministerio, situados en Oldemburgo no han dado con la bacteria en 23 de los 40 pruebas que se tomaron en Bienenbüttel.
El ministro de agricultura de Baja Sajonia, Gert Lindemann, anunciaba el pasado domingo que sus investigaciones apuntaban «con bastante claridad» a los brotes vegetales «orgánicos» pero lo cierto, es que las autoridades alemanas se contradicen unas a otras según iban llegando los resultados.
Los laboratorios del ministerio cuentan, además, con brotes de soja vendidos durante las semanas en las que más se extendió la bacteria. Su análisis puede aportar datos con los que resolver el misterio. Si los brotes vendidos hace tres semanas y guardados desde entonces en frigoríficos también dan negativo, la pista de Bienenbüttel perderá mucha fuerza.
De manera que lo único que le queda al gobierno es esperar al resto de los resultados que se conocerán posiblemente hoy.
Tras descartarse por completo por la propia senadora (ministra) de Sanidad de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks que el causante del la infección fueran los pepinos españoles y tras haber producido en parte de España la ruina completa de las exportaciones no sólo del pepino sino de otros frutos, ahora le llega a Gärtnerhof el cual se enfrenta a la ruina total pese a que los análisis los han descartado como originarios de la bacteria.
La ministra federal de Consumo, Ilse Aigner, insistió ayer en que no conviene comer crudos ni tomates, ni pepinos, ni lechuga ni brotes de soja o similares en el norte de Alemania.