La empresa que fabrica los «black cabs», los históricos taxis negros de Londres, se encuentra en una situación económica muy delicada. El hecho es que Manganese Bronze, empresa que los elabora, ha presentado un concurso de acreedores por no poder hacer frente a sus deudas. Esta compañía ha visto como en los últimos tiempos han disminuido sus beneficios considerablemente debido al descenso de ventas por los fallos técnicos de algunos de sus vehículos y las competencias de otras empresas. Ante esta situación, otras compañías como Mercedes y Nissan van a intentar aprovecharse y se están postulando para ser ellas las que fabriquen los taxis de Londres desde sus fábricas que tienen en España.
Estas dos marcas automovilísticas ya producen taxis alternativos destinados a la capital británica. Mercedes tiene desde hace varios años la autorización para comercializar como taxi una versión de su furgoneta Vito, de su planta de fabricación en Vitoria. Por otra parte, Nissan, ya tiene la licencia para empezar a vender taxis en Londres en 2013, vehículos elaborados en su planta en Barcelona.
Manganese Bronze, en grandes apuros económicos, es la actual dueña de The London Taxi Company. Esta empresa lanzó su último modelo, el TX4, hace ya 6 años. Este vehículo tuvo un defecto en el sistema de dirección que obligó recientemente a retirar su modelo, aspecto que dañó mucho la imagen de la compañía y acentuó sus ventas ya afectadas por la crisis económica. La dirección de Manganese esperaba conseguir estas semanas una inyección de dinero de Geeley, una empresa china que posee el 20 por ciento de la compañía, pero parece ser que no ha sido así.
Sindicalistas británicos ya han pedido al gobierno que intervenga para proteger los que consideran un patrimonio muy importante de fabricación de automóviles en Gran Bretaña. Esta empresa con sede en Coventry fabrica estos taxis desde 1948 y emplea a 300 personas.