El sistema de trenes británico está a los pies de Europa en relación con eficiencia y confort, según un estudio reciente. En el informe se afirma que los servicios son lentos, ineficientes, caros y menos cómodos que los del resto del continente.
La frecuencia de los trenes es la única área en la que Gran Bretaña despunta y se posiciona en un puesto mejor que Francia, Alemania, España e Italia.
Al parecer, según comenta el periódico El Metro, los trenes de bajo rendimiento conllevan un considerable coste tanto para los pasajeros como para el dinero público. Unos trenes más rápidos y cómodos generarían 324 millones de libras en valor social de aquí a 2050. Bob Crow, encargado de la investigación, apuntó algunas conclusiones ante tal situación ferroviaria. «Este estudio demuestra los fallos causados por la privatización, que cuestan cientos de billones de libras en valor social al Reino Unido», afirmó Crow.
La Association of Train Operating Companies se muestra en contra de estas conclusiones. «El número de pasajeros que utiliza los trenes así como el nivel de satisfacción y la puntualidad son cifras que se acercan a niveles récord conseguidos en Reino Unido, gracias al tiempo y al dinero invertido en mejorar estos servicios», afirman desde la asociación.