Después de vivir ayer mi primera experiencia, espero que de muchas, como reportero de NFL en el entrenamiento de los Minnesota Vikings, hoy me tocaba visitar a los Pittsburgh Steelers. A pesar de haber vivido la experiencia de ayer, sigo igual de nervioso. Los Steelers es posiblemente la franquicia con más historia de la NFL, al menos es la que tiene más anillos de Super Bowl con 6. A pesar de su historia, el equipo de Pittsburgh no llega a Londres en su mejor momento al haber perdido sus tres primeros partidos de temporada. Aún así cuentan con jugadores de gran importancia como su QB Ben Roethlisberger que será uno de los que comparezca ante la prensa en el día de hoy.
Es curioso que la preparación del partido de los dos equipos sea totalmente diferente. Al contrario que los Vikes, los de Mike Tomlin han decidido llegar a Londres con el tiempo justo, a sólo tres días de la celebración del partido. En otra clara diferencia, los Steelers están concentrados en un hotel cercano a Hyde Park, mientras que los Vikes están concentrados en un castillo a dos horas de Londres.
Llego a la recepción del hotel donde están concentrados, pero me indican que la conferencia tendrá lugar al otro lado de la calle, en la sala de juntas de otro hotel. Cuando llego ya están las cámaras preparadas. La sala es muchísimo más grande que la de ayer y hay bastantes más medios cubriendo la conferencia, reconozco muchas de las caras de los presentes, que como yo estuvieron ayer en Watford.
El primero de los protagonistas en aparecer es Mike Tomlin. El HC del equipo más laureado de la NFL nos confiesa que ha dormido durante todo el viaje. Tomlin ha confesado que su principal misión en Londres es dirigir al equipo, pero que también tiene la responsabilidad de ser embajador de la NFL en Europa. En lo deportivo afirma que se siente muy frustrado por el record, pero que tienen equipo y capacidad para darle la vuelta a la situación.
Después del coach, llega el turno del QB y estrella del equipo, Ben Roethlisberger, que llega cojeando y tiene incluso problemas para subir un escalón. Una de las primeras preguntas va dirigida a su estado de salud, Big Ben dice que está todo sobre ruedas y no tendrá ningún problema para jugar, que lo ha hecho en situaciones mucho peores. El QB ganador de dos anillos de la Super Bowl no está acostumbrado a vivir este bache deportivo por el que están pasando y dice que no tiene duda de que solventarán la situación.
Tras Ben llega otro icono de la franquicia, el defensa Brett Kiesel. Este veterano que impresiona a todo el mundo con su barba y su cuerpo no está para muchas bromas. Cuando el responsable de prensa del equipo le pide que dé la vuelta a la gorra y deje ver el logo de los Steelers, Kiesel responde quitándosela y lanzándosela. Según sus propias palabras este mastodonte de 130 kilos y 1.98 la actuación de la defensa no se corresponde con el nivel histórico de los Steelers y necesitan mejorarlo. Le preguntan si echa de menos a sus compañeros James Harrison y Casey Hampton, único momento en el que sonríe respondiendo que ambos han tomado caminos diferentes, Harrison en Cincinnati y Hamps hinchándose a comer alitas de pollo en su casa de Texas.
Según el email que NFL media me pasó no iba a haber más comparecencias, sin embargo, he tenido la suerte de poder escuchar a otros cuatro jugadores: LaMarr Woodley, Antonio Brown, Ike Taylor y David DeCastro. El mejor de ellos sin duda Ike Taylor. El de Miami ha sido increíblemente simpático y gracioso. En tono de broma, ha hecho repetir sus preguntas a la mayoría de reporteros porque según él, le encanta el acento británico. Taylor se declara fan del soccer (como en EEUU llaman a nuestro fútbol) después de ver el FIFA (refiriéndose al Mundial). Aunque no es de ningún equipo, es un gran seguidor de Messi.
Del resto de protagonistas no hay mucho más que decir. Woodley llama la atención por sus músculos, Brown da sensación de introvertido con un hilo de voz que parece que esté pidiendo perdón al hablar y DeCastro por su enorme cuerpo de más de 140 kilos de peso.
Una vez terminada la rueda de prensa los jugadores vuelven a su hotel y los periodistas recogemos nuestros bártulos. Muchos de ellos se marchan, yo sin embargo me quedo charlando con algunos compañeros y poniendo la oreja a escuchar lo que hablan entre otros. Es una oportunidad única de poder vivir lo que de verdad me gusta y quiero aprovecharlo al máximo. Además son las 12:30 y todavía hay tiempo más que de sobra antes de que comience el entrenamiento a las 15:00. Cuando ya no queda ni un alma, me marcho y aprovecho para avanzar escribiendo algo y comer que no está mal de vez en cuando.
Justo antes de coger el metro para dirigirme al entrenamiento de los Steelers me doy cuenta de que me han dado una nueva acreditación sin haber usado la que recibí ayer, por lo que tengo una de sobra. Se me ocurre llamar a la única persona que conozco en Londres que sé que le encantaría disfrutar de esta experiencia. Se llama Alexander y su pasión por el fútbol americano es similar a la mía. Me responde con un por supuesto dejando la comida en la mesa y saliendo corriendo para no perdernos nada. Nos encontramos en la estación de metro Acton Town y salimos pitando para la ciudad deportiva de los London Wasps, equipo de rugby que ha cedido sus instalaciones a los Steelers para la ocasión.
Llegamos cuando los jugadores ya están estirando, el jefe de prensa nos avisa que tendremos la oportunidad de presenciar los primeros 30 minutos del entrenamiento y que luego tendremos que abandonar el recinto, a diferencia de ayer, hoy no existe la posibilidad de hablar con los jugadores al término del entrenamiento. En palabras del responsable los jugadores se encuentran muy cansados después del viaje y necesitan descansar.
Cojo la cámara y me pongo a hacer fotos como loco. Vemos a Roethlisberger y al resto de QBs lanzar pases a los receptores. El coordinador ofensivo, Todd Haley, anda por ahí, pero es Ben el que lleva el peso del entrenamiento. Él manda los drills, rutas de los receptores, etc. Al igual que pasó ayer, llega un momento en el que se acerca un miembro del staff y nos pide que no hagamos fotos a las formaciones que iban a ensayar en los próximos minutos, todos los reporteros cumplen con la premisa. Lo más interesante del entrenamiento es cuando Ben se pone a lanzar posts a los receptores justo en la esquina de la endzone donde nos encontramos, vemos algunos catches impresionantes de Antonio Brown, Emmanuel Sanders y cía.
Transcurrida la media hora nos invitan a salir. Muchos de los compañeros se marchan, otros se quedan charlando un rato. Como no podía ser de otra forma, Alexander y yo nos quedamos remoloneando e intentando no llamar la atención. Nos apartamos pero no nos vamos. Nuestra intención es ver todo el entrenamiento. El jefe de prensa nos echa un par de miradas, pero no dice nada, por lo que nosotros seguimos allí. El resto de compañeros se han ido y parece que nuestra presencia no perturba a nadie, por lo que deciden dejarnos disfrutar de la sesión entero. Los Steelers entrenan series ofensivas, no llevan las protecciones, por lo que el contacto es mínimo.
A nuestro lado se encuentran algunos jugadores de los Wasps que se han querido acercar a ver el entrenamiento de los Steelers que comparten sus colores negro y dorado. Parecen disfrutar, mientras explican el funcionamiento de su deporte a un miembro del staff de los Steelers que está realmente interesado en el tema. Estos deportes totalmente diferentes son confundidos en España. Muchos periódicos españoles hablan de rugby o rugby americano, cuando se refieren al deporte nacido en el estado de Virginia.
Cerca de nosotros, vemos pasear a un hombre en sus 50. Mi compañero se da cuenta de que en el dedo índice de su mano derecha porta lo más preciado del fútbol americano: Un anillo de campeón de Super Bowl. Me acerco a él y le pido hacerle una foto a lo que accede amablemente. Al verle sacarse el anillo pienso por un momento que me lo va a dejar, pero nada de eso. Por un momento mi corazón se puso a latir a mil por hora.
Tras dos horas de pie pasando frío llega el final del entrenamiento. Muchos de los jugadores de los Steelers se acercan a los miembros del equipo de los Wasps para tenderlos la mano. Algunos de ellos incluso les rinden tributo expresándoles su respeto, diciendo que ellos sí que son duros al jugar sin protecciones. Como nos encontramos al lado, tenemos la oportunidad de saludar a Troy Polamalu y Brett Kiesel entre otros, a los que incluso les damos la mano. El futuro miembro del salón de la fama, Polamalu nos sonríe y da sensación de ser una persona afable y simpática.
Al igual que ayer, busco al único jugador de la Universidad de Texas que juega para los Steelers. Se trata del CB Curtis Brown. El ex Longhorn se para cuando le llamo y me sonríe al ver la camiseta de su querida alma mater en mis manos. Mientras me la firma me dice que es genial conocer a fans de su college por todo el mundo. Al ver las firmas de Loeffler y Robison me dice que Loeffler es un tipo genial que lleva muchos en la liga y tiene todo su respeto.
El desfile continúa. El último jugador en abandonar el terreno es Heath Miller que porta un vendaje muy aparatoso en su rodilla derecha, donde sufrió una lesión durante el último partido de la temporada pasada y que le ha mantenido alejado los dos primeros encuentros de la temporada. Miller, clave para Roethlisberger, reapareció la semana pasada y ayudó a Ben en jugadas clave. Tras él se marcha Tomlin y en el campo ya no queda nadie. Sólo nosotros, que abandonamos el terreno todavía en una nube, sin creernos que hemos tenido la suerte de estrecharle la mano a un mito como Troy Polamalu. El responsable de prensa nos acompaña a la salida y charlamos sobre su experiencia en Londres y la posibilidad de una futura franquicia en Reino Unido.
Mientras andamos hacia la estación de metro, vemos pasar los cuatro autobuses llenos de jugadores y entrenadores. El segundo día de mi experiencia ha terminado. Ya estoy deseando que llegue mañana y descubrir lo que me tiene preparado la fiesta que la NFL ha montado en Regent’s Street.
Seguiremos informando.
Para disfrutar de las fotos de hoy pincha aquí.
Si te lo perdiste, aquí está el primer capítulo de mi aventura como reportero de la NFL.