Enfermeros, paramédicos, ferroviarios y conductores de autobús británicos se han reunido esta mañana en torno a Downing Street para protestar contra el proyecto de Ley de Huelgas. Además, miembros de diferentes sindicatos también acudieron a la manifestación celebrada en Whitehall, coincidiendo con la segunda lectura del proyecto de ley en el Parlamento británico.
Esta nueva legislación restringiría el derecho de huelga de los trabajadores mediante la imposición de servicios mínimos. De esta manera, los empresarios podrían despedir de forma legal a un empleado que pase por alto un «aviso de trabajo» que le ordene a trabajar los días de huelga.
Este proyecto de ley se produce después de que, durante varios meses, se hayan estado produciendo huelgas en todo Reino Unido en casi todos los sectores. El secretario de Estado británico de Empresa, Energía y Estrategia Industrial, Grant Shapps, defendió que había que tener seguridad y servicio mínimos para hacer frente a los servicios públicos vitales.
El Proyecto de Ley fue aprobado ayer con 309 votos a favor
El secretario general de la federación sindical TUC, Paul Nowak, dijo a los manifestantes: «No se equivoquen. Este proyecto de ley es un ataque fundamental al derecho de huelga que obligará a los trabajadores del sector público a cruzar los piquetes o enfrentarse al despido».
La diputada Zarah Sultana se dirigió a los manifestantes diciendo respecto al líder laborista: «Ven y quédate con nosotros… defiende el socialismo, defiende a los trabajadores y cambiemos esta situación».
Por su parte, el secretario general del Sindicato de Bomberos, Matt Wrack, dijo: «La protesta en Downing Street es el comienzo de un movimiento masivo de resistencia a este ataque pernicioso contra los derechos de los trabajadores a defender sus puestos de trabajo, salarios y condiciones contra los ataques de sus jefes o los recortes del Gobierno».
A lo que añadió: «En lugar de lanzar ataques draconianos contra los derechos de los trabajadores, el Primer Ministro debe proporcionar los recursos para resolver este conflicto pagando a los bomberos y a otros trabajadores un salario decente, para aliviar la pobreza en el trabajo».
Este proyecto de ley superó el lunes una primera fase en la Cámara de los Comunes, siendo aprobado con 309 votos a favor y 249 en contra.