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Miradas de una guerra

El fotoperiodista Gervasio Sánchez trae a la capital británica Vidas Minadas

Una guerra no termina cuando cesan los bombardeos, ni cuando se firma un acuerdo de paz. Con esta máxima, el periodista Gervasio Sánchez se dispuso a trabajar para mostrar el impacto de la guerra en historias personales plasmadas por su objetivo fotográfico.

Hastiado de que la atención mediática no dirigiera sus focos a las consecuencias de la guerra, Sánchez, cámara en mano, comenzó a recorrer las Vidas Minadas, título que da nombre a su flamante trabajo. El periodista español entró en las vidas de los fotografiados en el momento en el que una mina antipersona mutilara alguna parte de su cuerpo. Hasta la actualidad, es un camino de más de 10 años, que ha recorrido junto a cada uno de ellos viéndoles crecer.

 

A poco de comenzar a dar sus primeros pasos, a Medy Ewaz le explotó una mina antipersona que derivó en la amputación de su pierna derecha. Alejada de la fortuna también estuvo la vida de Adis Smajic, quién perdió el ojo izquierdo y uno de sus brazos. Ellos son sólo dos ejemplos de un volver a empezar, una pequeña muestra de Vidas Minadas, en las que el periodista Gervasio Sánchez entró a formar parte y que ahora expone en la gallery@oxo, situada en la Oxo Tower Wharf.

La obra recoge historias marcadas por las secuelas de la guerra. Caminos llenos de quirófanos y prótesis

Historias de las víctimas de la guerra en Afganistán, El Salvador o Mozambique. Diferentes lugares marcados por las secuelas de conflictos armados, en los que los protagonistas inician un camino lleno de quirófanos, rehabilitaciones y cambios de prótesis. Como las piernas de Sofía Elface, que quedaron cercenadas cuando pisó una mina mientras recogía leña con su hermana María, quién murió tras la infección que le provocaron las esquirlas que le alcanzaron el estómago. Sánchez siguió su vida desde que era una niña, hasta que fue madre e incluso vino a España y dio sus primeros pasos con prótesis nuevas. La ha visto pasar del llanto a la alegría e incluso comparte y apoya los sueños de Sofía por estudiar medicina y encontrar un trabajo.

Sokheurm Man, herido en 1996 por una mina cuando se dirigía al colegio. / Gervasio Sánchez.

Sánchez, que recopila las imágenes de estas vidas en el libro fotográfico Vidas Minadas, explica que seguir la evolución de los protagonistas es un objetivo a largo plazo ya que «la persona fotografiada sigue viviendo y es interesante ver cómo ha sido la vida de una víctima hasta el momento», y plasma cómo han crecido los jóvenes y cómo envejecen los adultos. Así lo hará hasta que dentro de otros 10 años de paso a otra exposición, ya que para Sánchez este proyecto no tiene punto y final al convertir a los protagonistas en parte de su familia.

«Los conflictos más brutales los hemos realizado los europeos y que estemos bien no significa
que no pueda volver a pasar», Gervasio Sánchez

Tras treinta intervenciones quirúrgicas en las que en más de una ha estado presente Gervasio, Adis Smajic de 25 años, se siente por primera vez en la vida una persona como las demás. Este periodista de oficio sigue la máxima de la profesión que acuñó Ryszard Kapuscinski, y a quién dedica este libro. El escritor polaco consideraba que «el reportero tiene que vivirlo todo en su propia carne» y que «es erróneo escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un poco de vida». De la misma manera Sánchez vive diversos capítulos de sus vidas junto a ellos, experiencias que «me enseñan valores de supervivencia y superación», admite el cordobés. La historia fotográfica comienza en el momento en el que Adis, herido de gravedad, espera en el quirófano sujetando la mano de su madre. La última instantánea muestra un abrazo en el que el fotoperiodista plasma la historia de amor que le hace sentir a Smajic «por primera vez una persona de verdad». Entre ambas instantáneas, se muestra la oscuridad de un quirófano, momentos de reflexión o de ilusión al disfrute de sus grandes pasiones, como el fútbol o la música.

Vivencias

Man, junto a su padre diez años después. / Gervasio Sánchez.

Llegó hasta los países de conflicto atraído por la aventura periodística que pensaba que era la guerra. Gervasio Sánchez ha trabajado de forma independiente cubriendo casi todos los conflictos armados de América Latina, la antigua Yugoslavia, África y Asia. Una mirada desde la juventud e inexperiencia que tras el paso del tiempo, se transformó en madurez profesional para asegurar que «la guerra es un gran fracaso de los seres humanos, donde se producen situaciones brutales muy difíciles de predecir». «Si estás en mitad de un bombardeo estás allí por algo más», explica Gervasio quién apostó por mostrar el impacto de la guerra en la gente que se quedaba en los países afectados por la contienda. «El impacto en sus propios organismos psíquicos y mentales, ya que nadie cubría esa parte del conflicto», continua el fotógrafo. Unas experiencias que le han servido «también como equilibrio mental al darte una perspectiva de lo que es la vida», continúa el español.

Reconoce «la suerte de vivir en sociedades más avanzadas y tranquilas que han superado épocas de guerra», y al hilo de la conversación asegura que «los conflictos más brutales de la historia de la humanidad la hemos realizado los europeos y que estemos bien ahora no significa que no pueda volver a pasar». Gervasio Sánchez presentó en España otro de sus trabajos, Desaparecidos, que «tiene que ver con la búsqueda de los desaparecidos en guerras civiles, en dictadura e incluso en gobiernos democráticos que han hecho desaparecer a esos ciudadanos».

Vidas Minadas: Diez años
Hasta el 22 de enero
11:00 horas a 06:00 horas
gallery@oxo
Oxo Tower Wharf
Bargehouse Street
Southbank
Londres, SE1 9PH

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