En lo que llevamos de año, la muerte de niños y adolescentes acuchillados en Inglaterra y Gales asciende a 37. Si todo sigue así, 2018 podría convertirse en el más violento de los últimos 10 años. Incluso podría alcanzar la horrible cifra de 2007, cuando murieron 48 menores de 19 años por apuñalamiento.
Reducir el número de policías, la seguridad en los colegios o el acceso a los servicios de salud mental han desencadenado esta grave situación. Además de muertes fatídicas, se producen numerosos ataques que no acaban en muertes, pero que crean un clima de miedo. Es por esto que muchas personas temen por su vida y deciden llevar un cuchillo encima. Desafortunadamente, existe la posibilidad de encontrarte con alguien por la calle que decida apuñalarte y matarte.
Un joven tiene más posibilidades de morir apuñalado en West Midlands que en Londres. En esta región, que incluye Birmingham, Coventry, Wolverhampton y Walsall, se origina un mayor número de crímenes. Hasta el momento han muerto por apuñalamiento 6 jóvenes, la peor cifra registrada en 40 años. Sin embargo, Londres también ha sido el escenario de varias muertes de menores en lo que va de año.
Las muertes por apuñalamiento, una lacra social
La última muerte por apuñalamiento en Reino Unido tuvo lugar el pasado 24 de noviembre en Wood End, Coventry. La víctima fue el joven de 16 años conocido como Jaydon Washington James.
La situación es muy preocupante y es necesario que los organismos tomen medidas. De hecho, el parlamento juvenil ha considerado los crímenes con cuchillo como una de sus prioridades para el próximo año.
Varios políticos aseguran que este tema no está recibiendo toda la atención necesaria. El Brexit ha sido la principal cuestión de debate durante estos meses. Sin embargo, debe frenarse esta ola de violencia. Niños y adolescentes armados que temen morir en las calles no pueden representar a esta sociedad.