Se acabó el sueño. Inglaterra se vuelve a casa, pero no trae el fútbol con ella. La selección cayó en semifinales contra una Croacia de ensueño, algo que muy pocos veían venir. Tras empezar ganando, los de Southgate bajaron la guardia, provocando un despiste en dos acciones puntuales. Pero, en un Mundial, dos acciones así pueden destrozar sueños. Todo un camino de sufrimiento y unión acaba.
Inglaterra ‘vino a casa’ sin la Copa
Parece que toda la filosofía que perseguía este Mundial en tierras inglesas termina en semifinales. Solo a un paso de la gloria. El fútbol es así: a veces te da y a veces te quita. Sin embargo, ¿qué ha significado el torneo para Inglaterra?
Tan solo hacía falta salir a la calle para verlo. Después de escuchar un ‘It’s coming home’, las caras cambiaban. Es la muestra de un sueño, de cómo todo un país se une hacia una causa. Olvidando el resto de problemas, los bares se llenaban de banderas y las calles rebosaban energía y esperanza. Incluso los extranjeros se contagiaban de esa unión.
Sus grandes consecuencias
No hay más que ver la reacción de toda Inglaterra al gol de Trippier para darse cuenta. Esto era más que un Mundial para los ingleses. Sin embargo, caen como héroes. Todas las portadas de la prensa local dicen lo mismo: ‘hemos perdido, pero nos vamos con la cabeza alta’.
La gesta siempre quedará. Algunos se han atrevido a sugerir renombrar la estación de Southgate como Gareth Southgate. Incluso el Museo de Londres quería exhibir su ya famoso chaleco. Todo reconocimiento es poco: una selección de fútbol ha conseguido que un país entero se una, pese a no haber ganado el trofeo.
Inglaterra no pasó de semifinales. Tal vez pecó de exceso de confianza, como declaraba el croata Luka Modric. Estaban tan metidos en traerse la Copa a casa que olvidaron una cosa: los demás también juegan.
El comienzo de una era
No obstante, muchos ingleses tienen otro punto de vista. Dan las gracias por haber vivido todo esto. Es más, continúan diciendo que esto no acaba aquí, preparándose para el Mundial de Qatar de 2022. Era tan bonito que se hace difícil pensar que los ingleses van a dejar de cantar por las calles.
To everyone who supported us.
To everyone who believed this time was different.
To everyone who wasn’t afraid to dream.
To everyone who knows this is only the beginning.
Thank you. We hope we made you proud. #threelions pic.twitter.com/jH8lYMB2E0
— England (@England) 11 de julio de 2018
No se sabe qué deparará a Inglaterra a partir de ahora. Es tiempo de volver a la realidad, a la política, a la visita de Trump. Londres tiene que activarse de nuevo. Pero echando la vista atrás, el sueño de Inglaterra traerá una forma de esperanza y unión nuevas para el país, algo que no se olvidará. No toda derrota es mala: aquí acaba lo que pudo ser y no fue, pero siempre quedará.